Aunque el diagnóstico de la evolución de la enfermedad que acaba de difundir el Sergas desde su boletín semanal es favorable, en la línea de que constata una intensidad "baja" de la dolencia y una tendencia "decreciente", la cifra de fallecidos con gripe diagnosticada no deja de incrementarse. Con los datos cerrados a día 28, el último analizado, la Consellería de Sanidade informa de que ascienden a 81 las muertes derivadas de la enfermedad, lo que supone 18 más que las registradas durante la semana previa.

De forma paralela, los ingresos por las complicaciones de la patología siguen incrementándose y rozan ya, según el último dato difundido, los 1.800. En concreto, serían 1.797, casi 300 más que la lista difundida hace una semana, y de ellos dos de cada tres casos con el virus de la gripe B. En la actualidad (a fecha del informe), seguían hospitalizados 472 gallegos por la infección.

Una semana más la tónica en lo que respecta a vacunas se repite. El Sergas indica que el 89 por ciento de los pacientes ingresados tenía indicada la vacuna pero la mitad no se la había puesto, mientras que en el caso de los fallecidos, todos ellos tenían recomendado inmunizarse al contar con factores de riesgo para tener una gripe complicada pero 35 de ellos no estaban vacunados.

El Sergas apunta que sus sistemas de vigilancia indican una bajada progresiva el virus. Por un lado, alega que las llamadas atendidas en el 061 por gripe y otras infecciones respiratorias agudas "descendieron por cuarta semana consecutiva, por lo que la tendencia pude calificarse como decreciente y el nivel de intensidad sigue siendo bajo".

De forma paralela, apelando a los registros de atención primaria, en la semana cuarta del año, la vigilancia en los registros informatizados muestra también un descenso con respecto a la semana anterior.

Gripe B

En lo que respecta a la vigilancia microbiológica, las analíticas que realizan los laboratorios de los hospitales, analizaron en la última semana 921 muestras. Las que fueron positivas para la gripe en su mayor parte lo fueron para el virus B.

La incidencia de la gripe y otras patologías en los servicios de urgencias en las primeras semanas de enero provocó una situación de "saturación" en los hospitales que suscitó críticas de diferentes colectivos. En la semana pasada, no obstante, el Sergas alegó que los ingresos se habían reducido y rondaban los 2.800 por la semana, mientras que lo habitual suelen ser los 2.700.