Un nuevo sistema, más complejo en su aplicación, para acceder a la carrera docente. El Gobierno central propondrá una especie de MIR educativo, a imagen del que rige en la sanidad, por el que tendrán que pasar todos los aspirantes a profesor en España. Este periodo de formación práctica durará dos años y solo una vez superada esta prueba, los futuros profesores se podrán presentar a unas oposiciones. El esquema lo presentó ayer el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, en la clausura de la convención nacional sobre materia educativa que el PP celebró en Santiago y que reunió a casi un millar de personas, la mayoría de ellas profesores. El presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, avaló la idea. "Me parece una gran propuesta", comentó.

La idea del MIR educativo no es nueva, pues los partidos la vienen incluyendo de alguna manera en sus respectivos programas electorales y además estaba recogida en el libro blanco de la profesión docente que el Gobierno encargó en 2015 al filósofo José Antonio Marina. Pero ahora Méndez de Vigo la quiere llevar al Pacto de Estado por la Educación que lleva un año negociándose. El MIR consistiría, según detalló el ministro, en un "programa de formación práctica tutorizada de dos años de duración" que se debería superar una vez obtenido el título académico.

Durante estos dos años, que actuarían como "una primera prueba selectiva", se evaluaría los conocimientos de la especialidad, pero también, indicó el ministro, "todas y cada una de las funciones asociadas al profesor", como las relacionadas con la organización curricular y escolar, la gestión de centros y la administración y la legislación educativa.

Y solo al finalizar esta fase de formación práctica, y siempre que se hubiera obtenido una evaluación positiva de la misma, se tendría derecho a aducir a una oposición para comprobar la aptitud pedagógica. El cambio del modelo de acceso a la carrera docente es sustancial -ahora solo hay que aprobar las oposiciones-, pero el ministro definió la nueva ruta como "estable, permanente y previsible y basada en los principios de mérito y capacidad".

Tras su anuncio, la idea recibió el aplauso inmediato de Feijóo. "Me alegra mucho escuchar que esta propuesta se llevará al pacto nacional. Finalizar la licenciatura y hacer un sistema MIR único para todo el país y después de tener la acreditación, ir a las oposiciones en las comunidades autónomas garantiza la calidad, la competitividad, el mérito y, sobre todo, la formación. Me parece una gran propuesta", valoró Feijóo, que fue el encargado de clausurar la primera convención nacional del PP para actualizar su ideario.

Méndez de Vigo, quien aprovechó su presencia en Santiago para visitar las obras de restauración del Pórtico de la Gloria en la catedral, apeló al espíritu de la Transición para llevar a buen puerto el pacto educativo. "Es posible porque ya lo hubo una vez, el artículo 27 de la Constitución. Es un reto ambicioso, pero en política se está para hacer las cosas difíciles y ambiciosas", declaró,

Con la vista puesta en los próximos presupuestos generales del Estado, cuya aprobación todavía no está garantizada, el ministro avanzó que la intención del Gobierno es incrementar la partida de becas "en 50 millones de euros para lograr otro récord histórico".

"Lo anuncio aquí en Santiago para que los que no quieran aprobar los presupuestos expliquen después por qué, cuando tienen ese fuerte componente social", indicó en tono de advertencia.

El vicesecretario de Política Social del PP, Javier Maroto, fue el tercer cargo del partido que intervino en la clausura de la convención. Reivindicó la necesidad de un pacto educativo que se haga "arrimando el hombro" alumnos, profesores y partidos políticos, una reforma que "llegue para quedarse" y al margen "de siglas".

Maroto apeló a "escuchar" para no cometer "errores" y advirtió de que una reforma educativa no puede ser "buena" si no es "consensuada" y participada por los colectivos implicados. Proclamó que el PP valora la "experiencia" y "las canas" porque son "compatibles con la sangre fresca" y las ideas nuevas y sostuvo que "si se pudo hacer un pacto contra la violencia machista" en el ámbito estatal, "se puede y se debe hacer un pacto por la educación".