La recuperación económica está ayudando a reactivar el sector inmobiliario. Sin embargo, mientras la venta de viviendas principales repunta aún tímidamente, lo que más está tirando del mercado es la compraventa de segundas residencias situadas en el litoral gallego. Entre 2016 y 2017 la venta de pisos vacacionales por parte de compradores de otras comunidades autónomas creció un 21 por ciento. De hecho, casi uno de cada diez pisos que se vendieron entre enero y septiembre del pasado año fueron adquiridos por residentes de fuera que llegan a Galicia en busca de una segunda residencia y atraídos por los bajos precios. Estas ventas se concentran en dos zonas: la Mariña lucense y las Rías Baixas, sobre todo en los concellos de Portonovo, Bueu o Baiona.
Son fundamentalmente madrileños, catalanes y castellanoleoneses los más interesados en comprar segunda residencia en Galicia. El repunte en la compra de pisos vacacionales por compradores de otras comunidades está relacionado con una mejoría en la economía familiar y también por unos precios más contenidos en la comunidad gallega en relación a otras partes de España.
Según los datos del Ministerio de Fomento, entre enero y septiembre de 2017 se vendieron en Galicia 12.840 viviendas. Más de un millar (1.018) fueron adquiridas por personas residentes en otras comunidades y solo doce por extranjeros. El incremento en las ventas de pisos vacacionales por parte de compradores de fuera de la comunidad autónoma ha sido del 21 por ciento, el doble de lo que han crecido las transacciones inmobiliarias a nivel general.
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Esto está permitiendo reducir el importante stock de viviendas que con el estallido de la burbuja inmobiliaria quedó sin vender en Galicia. En 2011 en pleno parón inmobiliario había 37.400 viviendas pendientes de encontrar comprador. Las últimas estadísticas del Ministerio de Fomento correspondientes al año 2016 muestran un descenso del 35 por ciento en esta bolsa de pisos hasta situarse en los 24.500. Y la Federación de Empresas Inmobiliarias de Galicia apunta que tras el repunte en la venta de vivienda vacacional en el último año esta cifra continuará bajando puesto que el 70 por ciento del stock es segunda residencia y se concentran en el litoral gallego.
Casi la mitad de las viviendas que son adquiridas por gente de fuera pasan a manos de madrileños (485 entre enero y septiembre de 2017). Este colectivo aumentó sus compras de pisos en Galicia un 31 por ciento en el último año.
Los catalanes compraron un 45 por ciento más de viviendas en Galicia (160 en los tres primeros trimestres de 2017). Otro centenar de inmuebles fueron adquiridos por vecinos de Castilla y León.
