Las multas por no colocar el microchip se disparan. A partir del jueves, los dueños podrán ser sancionados con al menos 500 euros, pues entra en vigor la nueva Ley de protección y bienestar de los animales de compañía en Galicia. Hasta ahora, se consideraba infracción leve y la sanción iba de 30 a 300 euros. Con la norma, a punto de entrar en vigor tras su aprobación en septiembre del año pasado, se califica como infracción grave y puede llegar a multarse entre 501 euros y 5.000 euros.

Los dueños de los canes están obligados a identificarlos con la colocación de un microchip y su inclusión en un registro autonómico. En el caso de los perros peligrosos,deben ser apuntados en un listado especial.

Son muchos los propietarios que incumplen la legislación. A la Xunta le constan más de 470.000 perros censados, pero puede haber sin identificar otros 200.000. A partir del jueves,se arriesgan a una sanción mayor por parte de la Consellería de Medio Ambiente, que contará con la colaboración de las policías locales y el Seprona para localizar a los dueños que pasan de registrar e identificar a sus canes, especialmente a los potencialmente peligrosos.

La nueva norma, que prohíbe las peleas de animales, pero no entra a legislar sobre las corridas de toros, también veta las mutilaciones realizadas con el fin de "mantener unas características de un tipo racial o estéticas", como el corte del rabo o de las orejas.

Además veta los circos con animales, que ya están vetados en 70 concellos por iniciativa municipal. Tampoco se podrán usar animales en fiestas y espectáculos.

Por otra parte, el sacrificio de animales domésticos se castigará con hasta 30.000 euros de multa.Ya nadie podrá ya usar la muerte del animal como método de control de la población. La norma castigará a partir del jueves el sacrificio y el maltrato que cause la muerte o lesiones irreversibles con multas de entre 5.001 y 30.000 euros. Sí estará permitida la eutanasia para evitar sufrimiento del animal, siempre que esté prescrita y realizada por un veterinario.

El veto al sacrificio puede poner en un aprieto a los centros de recogida si no reciben más subvenciones, pues la norma todavía en vigor les permite eliminar animales domésticos cuando llevan más de tres meses en sus instalaciones. La Xunta ha prometido más apoyos e incluso sopesará la construcción de nuevos centros de acogida.

En el capítulo de sanciones también se recoge que dar comida y bebida a perros y gatos abandonados en las vías públicas sin contar con permiso municipal será multado hasta con 500 euros. Recoger un animal perdido o abandonado en la calle, sin intención de llevarlo a la protectora de animales, pasará a ser una infracción grave, y se podrá castigar con hasta 5.000 euros.