En 2016, los casos de varicela registrados en Galicia pulverizaban récords. Solo 20 años atrás los registros le hacían una mínima sombra. Sin embargo, este año las tornas han cambiado y de los 38,2 casos de media por día con los que se cerraba el balance de la enfermedad en diciembre pasado se ha pasado a los 18,5, menos de la mitad. Según los datos reunidos por la Consellería de Sanidade en el último informe emitido este año, la cifra de episodios de la dolencia a 12 de diciembre alcanza 6.444, un 53 por ciento menos que un año atrás.
De hecho, y a no ser que se disparen en fin de año, el número de infecciones sería el más bajo del último lustro y el tercero más bajo si se toma como referencia la década. Estos altibajos en la incidencia de la enfermedad no son una novedad en los registros de Saúde Pública, de hecho eran la tónica en los primeros años analizados, aunque en el descenso registrado esta temporada puede tener un papel relevante la vacuna de la varicela, que se instauró de forma universal entre los bebés en abril del año pasado, igual que su retirada de las farmacias pudo jugar un rol en el incremento de años pasados.
Explica el Sergas en informes previos que la incidencia de varicela en Galicia muestra ciclos bianuales, con una tendencia a crecer desde 2012 que sus expertos atribuyen en un primer momento al cambio en el sistema de declaración de enfermedades y "después a la retirada de la vacuna de las farmacias, cuyo efecto se notó ya en 2014 y vuelve a notarse de nuevo" en 2016.
Porque hasta abril de 2016 solo se inmunizaba contra la varicela a los niños de 12 años que no habían pasado la enfermedad y además los padres que querían proteger a sus hijos sí o sí se vieron obligados a emprender una peregrinación similar a los que querían conseguir una dosis de Bexsero, la inyección contra la meningitis. Había que buscarla fuera porque se retiró el permiso para venderla en boticas del país en 2014 y no volvió a recibir luz verde en febrero de 2016.
No obstante, para entonces la presión de los padres provocó que el Ministerio de Sanidad diese luz verde a la vacunación general de los infantes con 15 meses de edad, un compromiso que el departamento que dirige Jesús Vázquez Almuíña asumió como propio y de forma gratuita.
De ese modo, los últimos boletines sobre la dolencia tienen en cuenta que el 1 de abril de 2016 comenzó la vacunación infantil a cargo del Programa Galego de Vacinacións para los nacidos a partir del 1 de enero de 2015. El Sergas parte de que es "previsible" que este nuevo factor juegue a favor de una reducción de la incidencia, dado que entre 0 y 4 años se concentra el 56 por ciento de los casos, y de 0 a 9, el 85%.
Y su influencia se nota. Según el análisis, si se compara el número de casos del período 2013-2016 en bebés de edades similares con los producidos en el grupo vacunado, hay una reducción de la incidencia de en torno a un 80%: un 72% si se la compara con el mínimo de casos, un 83% con la media y un 89% con respecto al valor máximo.
No en toda Galicia sufre la dolencia por igual. Este año Vigo ha sido la zona más afectada, con uno de cada cuatro casos notificados. Aunque su mayor población puede justificar la cifra, la incidencia por cien mil habitantes también fue superior: 272 casos frente a 237 en la comunidad.
