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La Xunta recaudará más de 125 millones por sucesiones, 80 menos que antes de la rebaja

Los gallegos pagaban de media 6.000 euros por un legado y ahora el 99% no tributa - Facenda compensa la reducción del impueso con un mayor control sobre quien sí tiene que pagar

Las arcas autonómicas ingresarán en el año que acaba de empezar 125,2 millones de euros por el impuesto de sucesiones, un 40% menos que antes de la rebaja fiscal impulsada por el Gobierno de Feijóo y que ha librado desde 2016 al 99% de los gallegos de pagar por las herencias recibidas de un familiar directo.

El Ejecutivo autonómico obtenía antes de la reforma 205 millones de euros al año por el impuesto sobre sucesiones y donaciones. Este año serán unos 80 millones menos, según las previsiones que maneja la Consellería de Facenda

La caída en la recaudación es importante, si se piensa que la Xunta deja de manejar 80 millones de euros que podría destinar a guarderías, hospitales o carreteras, pero si el 99% de los gallegos que heredan no tributan ¿por qué el impuesto no se desploma en igual medida? Porque en este impuesto "también están incluidas las donaciones y las sucesiones que no se corresponden con familiares directos y que no se benefician de la rebaja fiscal ni en Galicia ni en ninguna parte de España", apuntan desde el departamento de Valeriano Fernández.

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Además explican que en los últimos años se ha intensificado la lucha contra el fraude fiscal y en 2018 está previsto seguir revisando autoliquidaciones de los cuatro años anteriores. En 2016, la Xunta aumentó en 74,6 millones su recaudación del impuesto de sucesiones tras comprobar las cifras declaradas por los herederos y corregirlas al alza.

Precisamente fue en 2016 cuando entró en vigor la rebaja fiscal que permite no tributar por una herencia de un familiar directo cuando el legado no supera los 400.000 euros, excluida la vivienda habitual.

Las herencias que superan ese importe solo tributan por la diferencia, mientras que antes de la reforma fiscal el techo estaba en 125.000 euros, con la particularidad de que sobrepasada esa cuantía solo estaban exentos los primeros 18.000 euros.

En el primer año de la rebaja fiscal, la recaudación por sucesiones cayó en 32 millones y la previsión de Facenda para el año que acaba de terminar es de 14 millones con respecto a 2016.

El año pasado fue la primera vez que al cien por cien de las herencias liquidadas se le aplicó la rebaja de impuestos, algo que no ocurrió en 2016, ya que se liquidaron herencias de ejercicios anteriores no sujetos al cambio fiscal. Desde el momento del fallecimiento, el plazo para liquidar el impuesto de sucesiones es de seis meses.

Seis mil euros, de ahorro

Antes de la reforma, cada gallego que abría un testamento pagaba de media unos 6.000 euros. A modo de ejemplo, un contribuyente de más de 25 años que antes del 1 de enero de 2016 heredase dos pisos y 30.000 euros en efectivo en el banco pagaba en Galicia casi 27.000 euros. Con la reforma fiscal de Facenda, el desembolso en la comunidad gallega es cero.

En el año que acaba de arrancar está prevista abrir la negociación de un nuevo modelo de financiación autonómica. El comité de sabios que puso encima de la mesa una baterías de propuestas para el futuro sistema abogó por "armonizar" el impuesto de sucesiones en España y que se fije un mínimo que todas las comunidades deberán aplicar. "A nosotros nos ha costado mucho llegar a reducirlo, por eso no me gustaría tener que subirlo ahora", valoró Feijóo al respecto.

La comunidad ingresa casi tres veces menos que Madrid a cuenta de las herencias

  • Tras la rebaja de 2016, Galicia es la segunda comunidad que menos ingresa por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, en ingreso por habitante como en porcentaje sobre ingreso no financiero de la comunidad, destaca el Gobierno de Feijóo. Los 125 millones previstos para este año colocan en cifras absolutas a Galicia como la quinta comunidad que más recaudará por los legados de los fallecidos, pero muy lejos de los 450 millones de Madrid, que lidera el ranking de este impuesto, los 390.4 millones de Andalucía, los 259,2 millones de Valencia o los 200 millones que baraja el Ejecutivo de Castilla y León. En toda España, las administraciones ingresarán 1.848 millones de euros por la fiscalidad a las sucesiones. Representa un descenso del 7,36% frente a los 1.994 millonese del año pasado. Renuncias Pese a la rebaja fiscal implantada en Galicia desde el 1 de enero del 2016 en el impuesto de sucesiones, las renuncias a las herencias siguen creciendo. En el primer semestre del año pasado, se contabilizaron 1.246 renuncias expresas. La explicación de por qué la exención fiscal no hace menguar los rechazos a los legado podría ser la carga que implique esa herencia, una hipoteca o deuda pendiente y que también pasa de forma automática al heredero. El fenómeno contrario se ha dado en las herencias en vida. La rebaja fiscal, y sobre todo el temor a que éstas se eliminen, han animado a muchos padres a repartir sus bienes entre sus hijos antes de fallecer. Si en 2015 12.352 herencias se distribuyeron en vida, en 2016 se dispararon hasta las 21.672 y hasta octubre de 2017 (los últimos datos oficiales) ya alcanzaban las 23.131.

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