En Rianxo no se hablaba ayer de otra cosa. La localización en la parroquia de Asados de los restos mortales de Diana Quer, la joven madrileña desaparecida hace un año y medio en A Pobra, presuntamente asesinada por el rianxeiro José Enrique Abuín, causó enorme conmoción en la localidad.

En los bares, antes y después de la misa, en los domicilios particulares y en cada rincón de las calles del municipio arousano se palpaba indignación e incredulidad ante este suceso. Pero también cierto alivio, sobre todo entre quienes creen que José Enrique Abuín pudo haber sido el responsable.

"Quienes hacen esto son personas enfermas; si no encarcelaran al autor podría llenar el pozo de víctimas", explicaban los vecinos para referirse al acuífero en el que fue arrojado el cuerpo de la joven madrileña; un manantial de gran profundidad que durante décadas dio servicio a la vieja fábrica de gaseosas La Pitusa, utilizada posteriormente -y hasta su abandono- como almacén de muebles, situada a escasos cincuenta metros del cementerio parroquial de Asados.

Las flores y las velas encendidas a las puertas de esa nave industrial -en la que incluso se organizaron festivales navideños en el pasado- dan cuenta de la tragedia.

Por ese lugar, conocido como Soigrexa, caminaba ayer, para asistir a misa, Concepción Pérez, una mujer de 92 años que, entre lágrimas, acertaba a explicar que "lo sucedido a esta niña es una desgracia". Y se resignaba diciendo: "Llevamos mucho tiempo pasando por delante de ella y nada se pudo hacer por la pobriña".

Al igual que esta nonagenaria, Manuel González García, un vecino del lugar de Araño nacido hace 67 años, destaca que "nunca pasó nada así en nuestro pueblo".

Este hombre, tan consternado como todos los demás, llegó a decir que el presunto asesino "no parecía mala persona, pero tampoco se le veía mucho por aquí".

Lo cierto es que nadie podía ocultar ayer el asombro con el que asistía al comienzo del nuevo año. El historiador, escritor y actor de teatro Xesús Santos abundaba en que "jamás ocurrió algo parecido en Asados", y aseguraba que "toda la parroquia está conmocionada por lo sucedido".

"Aquí nos conocemos todos, y evidentemente sabemos a qué se dedicaba el presunto autor del crimen, pero nadie podía imaginarse todo esto, por eso al principio pensábamos que todas las pruebas o indicios iban a ser casualidad; no nos lo podíamos creer", explica una de las vecinas de Asados consultadas ayer.

"La esposa tenía que saber cómo es este individuo", apostillaba otro vecino antes del comienzo de la misa en una iglesia parroquial que, quizás, ayer parecía más entristecida de lo habitual.

El templo está situado muy cerca de la casa en la que residen los padres de José Enrique Abuín y del lugar donde estaba el cuerpo de Diana Quer. "Pero a pesar de que tenía ahí a su familia apenas se dejaba ver por Asados, ya que estaba viviendo en Outeiro" -en la parroquia de Taragoña- , aclaran otros vecinos.

Allí, a las puertas de la iglesia parroquial, otros declaraban que el presunto asesino, alias "El Chicle", era "conocido por sus falcatruadas, pero nadie podía esperar esta barbaridad".

La peor Nochevieja

Convencidos de que, tras localizarse el domingo los restos mortales de Diana Quer "los vecinos de Asados vivimos la Nochevieja más amarga que se recuerda", los consultados aseveran que "el autor o autores de este tipo de barbaridades son unos auténticos criminales y no deben estar entre nosotros, sino que tienen que ir a la cárcel para toda la vida".

"El que hizo esto es un monstruo", proclamaba otro de los vecinos, que como tantos otros prefería no identificarse, al parecer "por miedo a represalias". Y acto seguido apostillaba que el presunto homicida "estuvo trabajando cuando la nave funcionó como almacén de muebles, por eso la conocía bien".

Hay incluso quien solicita que se investigue si "El Chicle" está relacionado también con la desaparición de una mujer en Boiro hace un par de años.

"El pozo en el que estaba el cuerpo de la chica se construyó hace muchos años para abastecer a la fábrica de gaseosas -explica otro residente en la zona-; está en el sótano de la nave y tenía una gran cantidad de agua".

Concepción Pérez

"Llevamos mucho tiempo pasando delante y nada se pudo hacer"

Manuel González

"No parecía mala persona, pero no se le veía mucho por aquí"

Xesús Santos

"Toda la parroquia está conmocionada por lo sucedido"