La preocupación de las familias se disparó en 2015 y en el primer semestre de 2016 al no conseguir las dosis de Bexsero necesarias para vacunar a los pequeños. Los padres se organizaron en su momento, ante la escasez de Bexsero, para solicitar varias cosas. La primera: conseguir que la vacuna se comercializase en farmacia. Es que en 2015 fueron muchas las familias que compraron Bexsero en farmacias de Portugal. En octubre de ese año se permitió la venta en las boticas, una de las demandas de los progenitores que por iniciativa propia quisieron vacunar a sus hijos.

"Hay gente que no pudo vacunarse por una cuestión económica", explica Mar Golpe. La actividad de la Plataforma de padres y madres 'Vacuna Xa' se ha calmado al normalizarse la situación. Cuando se habilitó la venta de la vacuna en farmacia, las existencias fueron insuficientes. La crisis de desabastecimiento duró prácticamente dos años, con listas de espera de entre 50 y 100 personas por farmacia. Las dosis que llegaban a las boticas eran escasas ante la elevada demanda en la comunidad gallega.

"Los pediatras aconsejaban que vacunásemos a los niños. Hubo momentos muy complicados por los casos de muertes, que vivimos de cerca. Y no solo los casos más graves, los mortales, sino también los afectados que después quedan con secuelas y que con una vacuna también se podría haber evitado", cuenta Golpe, de la localidad coruñesa de Arteixo, una de las zonas más afectadas. La sanidad pública cubre la inmunización si el individuo está en un grupo de riesgo.

Otra de las demandas de la plataforma era la inclusión de Bexsero en el calendario oficial de vacunación del sistema público de salud. Este objetivo no lo lograron, finalmente. "Hay otros países que sí han apostado por generalizar la vacuna entre población de distintas edades", añade.