La crisis de 2008 dejó un panorama desolador para la demografía gallega. No solo los nacimientos llevaban siendo inferiores a las defunciones desde los últimos 30 años, sino que las migraciones al exterior superaban ampliamente a las que tenían como destino Galicia.

El dato más trágico se dio en 2015, cuando el número de personas que hacían las maletas para dejar Galicia superaba en 2.000 al de quienes las hacia de vuelta. La situación se ha revertido en el último semestre de 2016: por primera vez en ocho años, los retornados superaban a los migrantes al extranjero. Con los datos ofrecidos por el INE este jueves para la primera mitad de 2017, la inmigración de españoles a Galicia ha crecido un 26% en solo un año.

Por otro lado, la brecha entre inmigración y emigración general se estrecha. El número de personas que dejaron Galicia en los seis primeros meses del año creció en más de 1.200, mientras que las llegadas del exterior bajaron ligeramente.

Los ciudadanos llegados del extranjero no sirven para compensar a los fallecidos. El flujo migratorio deja un saldo positivo en el avance del último semestre que supera las 2.000 personsa, lejos de los cerca de las 8.000 defunciones registradas.