La oposición envistió a Feijóo con el retraso de 10 años para el enganche de Galicia al ferrocarril del Corredor Atlántico de Mercancías y el presidente respondió con resignación. "Lo que se puede hacer ahora es lo que ya hicimos", dijo. Esto significa que a la Xunta le toca confiar en que el Ministerio de Fomento cumpla su promesa de "conseguir o intentar conseguir" en el próximo año financiación para mejorar la red ferroviaria básica existente y "así ganar tiempo para incluirlo en la red transeuropea de transportes".

El Corredor Atlántico de Mercancías deja ahora a Galicia fuera de su trazado y las negociaciones con la UE no empezarán hasta dentro de seis años, pese a que Fomento dijo en un principio que iniciaría las tareas el próximo año.

Para la oposición, este retraso no se trata de un problema de plazos, "jurídico o económico", sino "político". "No hay ningún impedimento europeo, sino que depende de Rajoy", afirmó el portavoz socialista. Leiceaga aseguró que el portavoz de la Dirección General de Movilidad y Transportes de la UE, Carlo de Grandis, señaló el enlace entre Monforte y Palencia como su prioridad y que la conexión con Galicia "debe partir del gobierno español en primera instancia, e incluso de la Xunta de Galicia". También Luís Villares, que la semana pasada viajó a Bruselas, dijo que fuentes de la comisión europea confirmaron que la línea Monforte-Palencia forma parte de la red básica de mercancías "y por lo tanto es financiable desde el programa europeo de transportes". Así, Villares considera que esto demuestra que "el ministro no quiere y el presidente manso no puede" reclamar estas obras.

El presidente de la Xunta desdeñó los mapas que le enseñó Leiceaga de los años 2011 y 2012 en los que dijo, Galicia aparecía conectada, y afirmó que fue el gobierno de Zapatero el que negoció el corredor sin Galicia y ahora van "a culpar al que va detrás". "No puede ser que deje usted ese muerto y que ahora el culpable sea el que tiene el cuerpo", afirmó.