La crisis del ladrillo todavía persiste en la comunidad y aunque el mercado inmobiliario se ha reactivado la mejoría se ha notado sobre todo en el boom del alquiler frente a la venta. Y los que se animan a invertir en una vivienda optan en su mayoría por inmuebles de segunda mano. Por eso, el sector de la construcción aún no ha percibido esa recuperación porque el grueso de su actividad estos años se limita a reformas y rehabilitaciones. En lo que más cuesta volver a los datos precrisis es en la construcción de obra nueva. Las estadísticas del Instituto Galego de Estatística (IGE) revelan que los visados para construir viviendas de nueva planta en la comunidad crecieron en 2016 un 6% tras ocho años consecutivos de caída, al pasar de los 1.149 en 2015 a los más de 1.200 del ejercicio pasado. Pese a esta tímida recuperación, la cifra es todavía veinte veces menos que las más de 23.163 construcciones de 2008, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria.

El pinchazo inmobiliario se ceba más con unos concellos que con otros. Los datos del IGE a nivel municipal reflejan que un total de 134 concellos cerraron 2016 sin registrar la construcción de ninguna vivienda nueva, lo que supone el 43% de los ayuntamientos de la comunidad.

Siete de cada diez de los municipios con el contador a cero el año pasado en lo que a construcción de viviendas se refiere se concentran en el interior. Son 53 ayuntamientos en la provincia de Ourense y 42 en la de Lugo, que en porcentaje suponen casi el 60% y el 70% del total de ayuntamientos en cada provincia.

El porcentaje baja a la cuarta parte del total en las provincias atlánticas. En 18 municipios de Pontevedra y en dos más de A Coruña no se vieron andamios ni grúa al lado de carteles de promoción de obra nueva. De la provincia pontevedresa, están en la lista de ayuntamientos que se quedaron sin vivienda de nueva construcción: Agolada, Arbo, Baiona, Cerdedo-Cotobade, Covelo, Crecente, Cuntis, Dozón, Fornelos de Montes, A Guarda, Meaño, Mondariz-Balneario, Oia, Pontecesures, Portas, Silleda, Valga y Vila de Cruces.

Mientras que en más del 40% de los ayuntamientos gallegos no se registró ninguna vivienda nueva, el balance autonómico se compensa con otras, sobre todo grandes ciudades y sus áreas urbanas, que lideran la clasificación con más actividad edificatoria.

Con 105 viviendas de nueva planta ejecutadas en todo el año pasado, Santiago ocupa el primer puesto seguido de las 98 del municipio lucense de Foz y las 63 de la ciudad coruñesa. Dentro del top ten también se cuelan las urbes de Pontevedra en la cuarta posición, Lugo en la quinta y Vigo en la novena. La ciudad pontevedresa, con 42 edificaciones de obra nueva, comparte ese cuarto puesto con el concello de Oleiros, que registró la misma cifra. Sada, otro de los ayuntamientos del área metropolitana coruñesa, ostenta el sexto lugar con 34 edificios a estrenar y Carballo se coloca a continuación con 25. Del área compostelana destaca el municipio de Ames con 24 inmuebles en el octavo puesto y de la comarca pontevedresa Sanxenxo cerrando la lista de los diez primeros con 20 viviendas. Esta decena de localidades, por tanto, contabilizaron el año pasado más de una veintena de construcciones pero apenas representan el 3% de los concellos.

Si se amplía un poco más el baremo y se tienen en cuenta también los ayuntamientos en los que se construyeron entre 10 y 20 edificaciones aparecen otras 14 localidades: seis de ellas en A Coruña y otras seis en Pontevedra -Vilagarcía, Vilaboa, Poio, Mos, Cangas y Caldas-, mientras que de la provincia de Lugo solo figura Barreiros y en Ourense, Verín.

Si se amplía un poco más el baremo y se tienen en cuenta también los ayuntamientos de la comunidad en los que se construyeron entre 10 y 20 edificaciones aparecen otras 14 localidades: seis de ellas en A Coruña -Abegondo, Culleredo, Brión, Teo, A Pobra y Zas-y otras seis en Pontevedra -Vilagarcía, Vilaboa, Poio, Mos, Cangas y Caldas-, mientras que de la provincia de Lugo solo figura el concello de Barreiros y en la de Ourense el de Verín. En todos los casos se trata de zonas próximas a grandes ciudades o núcleos urbanos.

Las entidades locales, que según las estadísticas del IGE contaron con más de una decena de inmuebles recién construidos en Galicia, representan la cuarta parte del total pero aún así no compensan al 43% en los que esta actividad no existió el año pasado.