Las autoescuelas celebraron ayer las medidas anunciadas por la DGT para tratar de frenar el conflicto que ha causado la huelga de examinadores, que ya suma cinco meses. "Más vale tarde que nunca", apuntaron desde la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) tras la decisión de Tráfico de imponer unos servicios mínimos del 50%, algo que ya habían reclamado los centros de formación cuando se reanudaron los paros en septiembre.

Pero los profesores piden un último esfuerzo para poner punto y final a la huelga tras las pérdidas millonarias que soporta el sector por las protestas de los examinadores, ya que han obligado a echar al cierre a más de un centenar de empresas y han dejado sin examinar a una media de 300 alumnos cada día de paro en Galicia. "El director de Tráfico se ha involucrado personalmente en los intentos de el conflicto; es hora de que el comité de huelga muestre algo de flexibilidad", urgen.

Desde la Federación Gallega de Autoescuelas, su presidente, José Manuel López Marín, calificó ayer de satisfactorio "todo lo que sea útil para terminar la huelga y regresar a un sistema estable y saludable de exámenes".