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Educación compra 80.000 manuales para completar el sistema de préstamo solidario

-Los centros deben adquirir un 12,6% de los libros que reparten -Más de 270 alumnos se quedan sin acceso por no devolverlos

Imagen de archivo de la vuelta al cole. // Casteleiro / Roller Agencia

El inicio de curso, con la temida cuesta de septiembre que conlleva, fue más llevadero para más de 137.000 escolares gallegos que llenaron sus mochilas, al menos en parte, gracias a las ayudas de la Administración autonómica. Este año, en el que el modelo de préstamo solidario se extendió ya a todos los niveles educativos excepto en aquellos en los que es imposible porque los libros funcionan casi como cuadernos, como ocurre en el caso de Educación Especial y en 1º y 2º de Primaria, a través del banco de libros promovido desde la Consellería de Educación en los centros, lo que denomina el fondo solidario, se repartieron entre los estudiantes con derecho a contar con apoyo para libros un total de 636.308 ejemplares.

Este fondo se nutre sobre todo de los libros que dejan los escolares que se han beneficiado de ayudas públicas o de préstamo el curso anterior. No obstante, las cantidades de libros depositadas en los colegios, a veces también voluntarias, no bastan para cubrir la demanda de niños con derecho a manuales, atendiendo a criterios de renta. Así, los centros, con cargo a partidas que financia la Xunta, tuvieron que adquirir el 12,6% de los textos que distribuyeron luego gratis y que en la práctica, según datos del departamento que dirige Román Rodríguez, supusieron que siete de cada diez estudiantes de Primaria y Secundaria beneficiarios del fondo hayan recibido como mínimo seis libros.

Ese 12,6% se traduce en unos 80.000 ejemplares adquiridos con cargo a las arcas públicas y en los que se gastaron 2,1 millones de euros. Esa cantidad es la mitad de la desembolsada en la partida destinada a ayudas para la adquisición de manuales en los cursos en los que estos no son reutilizables porque los niños escriben sobre ellos. A ese capítulo se destinaron un total de 4,6 millones de euros.

Penalizados

De las ayudas, tanto para adquisición como para acceso al préstamo, quedaron excluidos este año más de 270 escolares por no devolver los manuales que les fueron entregados o que compraron con cargo a una subvención autonómica el curso anterior o por entregarlos deteriorados, señalan desde Educación. La cifra de quienes son penalizados es mínima: el 0,2 por ciento de beneficiarios de uno u otro sistema de ayudas.

En total, fueron más de 109.000 alumnos de 3º a 6º de Primaria y de ESO los que tuvieron acceso a algún manual, a los que habría que sumar los más de 27.000 que pudieron acogerse a los cheques para adquirir libros. A ellos hay que añadirles los casi cien mil estudiantes que recibieron vales para comprar material escolar, como libretas o bolígrafos, un capítulo que protagonizó el mayor desembolso realizado este curso por el Ejecutivo gallego, ya que se destinaron 5,5 millones de euros.

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