En los recreos aumentaban los líos entre alumnos. Discutían, se metían unos con otros. Hacía tiempo que el profesorado del IES de Sanxenxo notaba este tipo de conducta en alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). El barullo era mayor en los ratos libres. "Necesitábamos pensar en algo de atención a la diversidad para mejorar la convivencia. Hablamos de alumnos distintos, algunos con Asperger o Hiperactividad (TDAH)", explica Alba Fuentes, directora del instituto. Con los talleres y las directrices recibidas por parte de especialistas en convivencia, que se acercan por las tardes a dar charlas al profesorado a través del plan de formación docente en el que participan, el centro elaboró un plan de trabajo.
'Recreos alternativos' lo llamaron. Se trataba de cambiar la metodología. Y la perspectiva. "Durante los 25 minutos que dura el descanso ofrecemos robótica, club de arte, taller de ciencias, prácticas de inglés, clase de informática, baile latino, guitarra, elaboramos la gaceta del colegio y también vamos a poner en marcha una emisora de radio", comenta la directora, quien añade que las actividades se realizan en días distintos y captan la atención del alumnado, que acude al taller que quiere en función de sus intereses y de modo voluntario.
Este proyecto de mejora de la convivencia, en el que el profesorado aplica lo aprendido en las charlas de especialistas, se ha transformado en un premio. El IES de Sanxenxo es uno de los centros educativos seleccionados por la Xunta para los Premios a Proyectos de Formación Permanente del Profesorado 2017. "Es un orgullo para nosotros. No solo para los que estamos sino también para los profesores que pasaron por el centro y no tenían plaza definitiva", expresa Fuentes. Participan en el plan de formación desde el curso 2013-2014; casi cinco años de formación fuera del horario lectivo. En las actividades del recreo están implicados 12 de los 30 docentes del IES. "Llevamos uno de los premios y una mención especial a medias con un colegio de Fene. Creo que serán en total 3.000 euros", cuenta la directora. El primer año recibieron formación sobre aprendizaje corporativo, el segundo año sobre trabajo por proyectos y en otras ocasiones sobre Tutoría entre Iguales (TEI), atención a la diversidad o educación emocional.
En el Colegio de Educación Especial de Panxón montaron un restaurante. "Trabajaron los contenidos curriculares de cocina, claro. Fue una experiencia genial y el alumnado estaba muy motivado, que era lo importante", expresa la orientadora, Bertina Represas. El reto era trabajar como profesionales.
"Así fue. Prepararon un menú. Gestionaron las reservas por internet y el día de dar comidas era el jueves. Abrimos durante varios meses y pasaron por el restaurante 320 comensales", cuenta Represas. La experiencia del CEE de Panxón tiene más mérito, si cabe, al tratarse de alumnado con necesidades especiales, normalmente vinculadas a trastornos de conducta. "Les das tareas que les gustan y se motivan. Trabajaron mucho: para preparar las comidas para el jueves tenían que empezar a organizar todo el martes. Ganaron responsabilidad, incluso alguno de ellos trabajó en verano en hostelería", cuenta Represas. Con el dinero recaudado los mayores se fueron de excursión a Madrid y los pequeños, a las Cíes. Son 20 alumnos, en régimen interno, y 10 profesores. Ellos se han llevado otro de los premios, junto a los centros de Infantil y Primaria Vilar de Barrio (Ourense), O Ramo (Fene), Barrié de la Maza (Santa Comba), Francisco Vales (Betanzos) y el Conservatorio Profesional Xoán Montes de Lugo.
