"No hay mayor desprotección que el abandono". Con esta máxima la Xunta ha lanzado la nueva Lei de Rehabilitación con la que se impulsará la recuperación de 100.000 viviendas en núcleos rurales y cascos históricos. Para conseguirlo el Gobierno gallego eliminará trabas burocráticas y acortará plazos de tramitación. Además, podrá intervenir directamente en determinadas áreas que considere de especial interés -la previsión es empezar por 16 de los 26 núcleos declarados Bien de Interés Cultural (BIC)-. En estas zonas, denominadas Rexurbe, Administración autonómica y concellos podrán expropiar inmuebles con rebajas de hasta el 50 por ciento sobre su valor. Y además se gravará con un canon anual a los propietarios de edificios en ruinas o que incumplan "flagrantemente" las normas de conservación.

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, explicó ayer que este canon no tiene una finalidad "recaudatoria" sino "disuasoria" para "frenar la especulación". Así, explicó que los inmuebles situados en áreas Rexurbe dispondrán de financiación prioritaria para su rehabilitación y solo aquellos propietarios que se nieguen serán penalizados con esta tasa. El gravamen oscilará entre el 0,4 y el 0,6 por ciento del valor catastral del inmueble. Por ejemplo, por una casa de 200.000 euros se pagarían unos 1.200 euros anuales.

En todo caso, desde Infraestruturas aclaran que se tendrá en cuenta la situación económica de los propietarios, de manera que habrá bonificaciones de hasta el 90 por ciento para familias con escasos recursos.

El dinero recaudado se reinvertirá en la rehabilitación del área donde se encuentra el edificio sometido a gravamen.

Será el Consello de la Xunta el encargado de declarar qué cascos históricos y núcleos rurales pasan a ser considerados áreas de regeneración urbana de interés autonómico (Rexurbe). En todo caso, en una primera estimación, Infraestruturas ve necesario rehabilitar 16 de las 26 áreas declaradas BIC -en algunas de ellas ya se están acometiendo obras de recuperación-. Entre estas zonas se encuentra Ribadavia, Tui, Muros, Betanzos, el casco histórico de Lugo, Ourense y Monforte, los barrios de Ferrol vello y la Madalena en la ciudad de Ferrol, la ciudad vieja de A Coruña, Noia, Corcubión, Mondoñedo, Ribadeo o la zona vieja de Vigo.

Tal y como explicó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el reto "no es tanto elevar el parque de viviendas como poner en valor las ya construidas", además de proteger el patrimonio y dinamizar la actividad económica en barrios y zonas degradadas.

El Consello de la Xunta dio ayer el visto bueno a esta primera Lei de Rehabilitación de Galicia, que ahora pasará a la fase de alegaciones para que pueda ser debatida en el Parlamento en el primer trimestre de 2018.

Para fomentar la rehabilitación esta norma eliminará trabas burocráticas y administrativas. Así, por ejemplo, cuando las obras requieran de una modificación puntual del planeamiento urbanístico que no sea sustancial, la Xunta acortará los plazos un 40 por ciento (si antes se podía tardar hasta doce meses ahora se hará en menos de siete).

También se concederán licencias directas en edificios de núcleos históricos, salvo cuando se trate de bienes patrimoniales protegidos. De la misma manera, la nueva norma facilitará la utilización conjunta de los portales de los edificios, la regularización y agregación de parcelas, la unión de locales comerciales en el bajo de más de un edificio, la demolición y reforma de la fachada cuando la protección del edificio sea de tipo ambiental o el vaciado parcial o total de edificios con problemas estructurales. En este sentido, Feijóo explicó que se trata no solo de mejorar la estética, sino también la funcionalidad de los edificios.

La nueva Lei contemplará un apartado específico dedicado a los núcleos rurales. Así recoge la creación de registros municipales de núcleos en estado de abandono. La inscripción será voluntaria para los propietarios de los inmuebles. Con este censo se podrán impulsar actuaciones de rehabilitación y se simplificarán los procedimientos de adquisición de viviendas en ruina.

Además de la zonas Rexurbe, la nueva Lei de Rehabilitación crea otra figura: las áreas ZER (zonas de especial necesidad de rehabilitación). La Xunta actuará sobre ellas cuando sea necesaria una intervención urgente o la instalación de dotaciones o equipamientos con especial relevancia.

La norma establece además mecanismos de financiación, como el Fondo Rexurbe, que servirá para conceder préstamos a interés cero a los ayuntamientos para rehabilitación.