El alquiler está en auge. Aunque tradicionalmente en Galicia las familias siempre se han decantado por residir en una casa de su propiedad, cada vez son más los gallegos que prefieren no atarse a una hipoteca. En los últimos doce años la cifra de quienes viven en un piso arrendado se ha elevado un 60 por ciento. Desde 2004 el alquiler ha atraído a 40.200 nuevas familias, mientras que, por el contrario, hay 30.000 hogares menos con vivienda propia. De esta manera, suman ya más de 107.000 los pisos arrendados, de un parque total de 144.034 inmuebles en alquiler en Galicia, según los datos del Ministerio de Fomento. De esta manera, el arrendamiento se ha convertido ya en la opción del 10 por ciento de los hogares gallegos.
Aun así, lo mayoritario todavía es tener casa propia, aunque vaya perdiendo terreno entre las nuevas generaciones. Ocho de cada diez familias son dueñas del inmueble en el que residen y hay casi otro diez por ciento de hogares que vive en pisos cedidos por amigos o familiares.
La evolución de los últimos doce años constata un descenso de las viviendas en propiedad, un ligero aumento de los inmuebles prestados gratuitamente y un fuerte incremento en Galicia de los alquileres. La comunidad gallega, es de hecho, la quinta que registró un mayor aumento desde 2004, solo por detrás de Cantabria (82,1 por ciento), Castilla y León (76,9 por ciento), Madrid (72,9 por ciento) y Castilla La Mancha (63,4 por ciento).
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Mientras en países como Alemania o Austria la tradición del alquiler está mas asentada y prácticamente la mitad de las familias son arrendatarias, en España siempre ha primado la propiedad.
Sin embargo, el boom inmobiliario previo a la crisis disparó los precios de la vivienda y dificultó el acceso de muchas familias a un piso propio. Después llegó la recesión económica, los bancos cortaron el grifo de las hipotecas y las que se concedieron fue a costa de intereses muy altos. A esto se suma la limitada oferta de vivienda que existe en las urbes, donde precisamente hay más demanda y la reducción de los salarios de una parte de la población. El alquiler se convirtió entonces en la opción más viable. Además, tal y como refleja el último boletín del Observatorio de Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento dedicado al alquiler, los precios de los arrendamientos bajaron en Galicia un 14 por ciento desde 2007, a pesar del incremento de la demanda.
Este abaratamiento en los alquileres, sin embargo, se ha frenado y en el último año Galicia registró un aumento del 0,5 por ciento en la renta media de los pisos. El auge de la vivienda turística amenaza con que estas tarifas sigan al alza, como ya ha ocurrido en otras comunidades autónomas.
Censo
El Ministerio de Fomento cifra en 144.034 las viviendas en alquiler en Galicia, a las que se suman 28.300 locales comerciales, 12.000 almacenes o plazas de aparcamiento, 7.500 naves industriales y 5.300 oficinas que también están en arrendamiento.
Por ciudades, Vigo y A Coruña tienen la mayor oferta de viviendas en alquiler: 24.603, en el primer caso, y 24.622, en el segundo. En Santiago de Compostela el parque de inmuebles residenciales en arrendamiento asciende a 11.967.
Ourense tiene 9.229 pisos en alquiler, Lugo 7.192 y Ferrol poco más de 4.000. Fuera de las ciudades, los municipios con más vivienda para arrendar son Ames, ciudad dormitorio de Santiago, con 2.618, y Culleredo, con 2.197. En Pontevedra, Vilagarcía oferta 1.565 pisos, Cangas, 1.145 y Redondela, casi un millar.
