Más de ochenta profesores e investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) presentaron ayer un manifiesto en el que reclaman un debate "público, sereno y profundo" que analice la casuística de los incendios más allá de "explicaciones banales" y "produzca un cambio de rumbo" en las políticas que afectan a los ámbitos forestal, agroganadero y ambiental.

Los firmantes del manifiesta dicen no estar de acuerdo con "los diagnósticos mayoritariamente difundidos" de lo que sucedió durante la última ola de incendios, que centran la discusión pública "en la existencia o no de incendiarios o en la poca eficiencia de los procesos de extinción".

Los docentes están relacionados desde diferentes perspectivas académicas con el territorio, como la agronomía, biología, ingeniería de montes o la geografía, pero también la historia o la economía. Por ello, reclaman una respuesta "colectiva" a esta problemática que involucre tanto a la población rural como a la urbana y que parta del conocimiento científico-técnico "acercado desde una multiplicidad de fuentes" y no apoyada en "suposiciones u opiniones difundidas en medios de comunicación".

El manifiesto, que lleva por título Por unha nova política para o rural galego, fue defendido en su presentación en la Vicerrectoría del campus de Lugo de la USC por los profesores Dolores Vázquez, del área de Ecoloxía, y Emilio Díaz Varela, del departamento de Enxeñería Agroforestal. Sus firmantes creen que los incendios "no son la causa, sino una de las consecuencias de un problema de mayor calado: el abandono de las áreas rurales", de modo que la solución pasa "por realizar análisis más profundos y que deben integrar obligatoriamente una perspectiva territorial y no sectorial".

En el texto se muestran conscientes de que "muchas" de las medidas a adoptar necesitan tiempo para dejar notar sus efectos y, además, pueden ser "difíciles de aceptar por una parte importante de la población". Para estos profesores e investigadores, el análisis se debe centrar en torno a cuatro ejes: la ordenación territorial, la diversificación de usos y aprovechamiento de las tierras agrarias, impulsar mecanismos que sirvan para aplicar de manera efectiva la ley vigente y transformar el actual dispositivo de extinción de incendios en favor de las labores de prevención que deben cobrar, según afirman, "un mayor protagonismo".

Para los firmantes del manifiesto, la ordenación forestal debe estar fundada en "criterios de sostenibilidad ambiental y económica", con diversificación de especies y de productos, mientras que se frena "la pérdida" de tierras de uso agrario y "la destrucción de espacios de gran valor ambiental".