El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, planteó ayer a la Xunta que "dé audiencia" a las instituciones provinciales para conocer su opinión sobre los proyectos que prevé desarrollar en el territorio. "Las provincias no son sólo circunscripciones electorales", indicó.

Así lo expresó durante su comparecencia en la Cámara para presentar sus presupuestos para 2018, aprobados el pasado mes de septiembre y dotados de unos 80,7 millones de euros. "Somos la primera administración pública de España en sacarlos adelante", reivindicó. Por su parte, el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, se quedó al margen de la negativa de sus homónimos en Pontevedra y Lugo, Carmela Silva y Darío Silva, de presentar los presupuestos de ambas instituciones en el Parlamento. Formoso, que sí optó ayer por rendir cuentas en la Cámara autonómica, avanzó que el presupuesto de la diputación coruñesa aumentará un 0,84% en 2008 y realizó varias demandas.

Una de ellas es la creación de una comisión centrada en la administración local y el ámbito europeo, que pueda servir como "canal permanente de comunicación y diálogo". Entre los objetivos de ese nuevo órgano parlamentario estaría también la "sistematización" y la "racionalización" que se atribuyen a las entidades locales "sin financiación" en muchos casos. También volvió a demandar a la Xunta que se active la Comisión Galega de Cooperación Local, que "simplifique" los trámites de las subvenciones dirigidas a los ayuntamientos y que se "agilicen" los procesos para llevar a cabo obras de iniciativa municipal.

Sobre las ausencias de sus homólogos de Pontevedra y Lugo, el presidente de la Diputación de A Coruña optó por "el respeto a la autonomía de cada institución" y por el "respeto" por la decisión de sus compañeros de filas Carmela Silva y Darío Campos de no acudir a la Cámara, aunque personalmente se mostró partidario de "coordinar" sus cuentas con las autonómicas.