En su informe sobre el índice de saturación del suelo por municipios, Medio Ambiente reseña que es necesario que los planeamientos urbanísticos fijen el uso de cada tipo de suelo atendiendo al equilibrio entre las distintas partes del territorio, teniendo en cuenta cuánta carga puede soportar cada zona sin que ello produzca un deterioro ambiental o cultural. Recomienda, también, que se priorice la compactación de las ciudades, villas y núcleos rurales en lugar de la expansión de estos sobre terrenos en estado natural.

La Xunta considera que la expansión de edificios "debería ser coherente con el crecimiento poblacional", algo que no cumplen 32 concellos, que prevén elevar más de un 50% su urbanismo pese a perder vecinos. Entre ellos, según las DOT, se encuentran A Cañiza, Cuntis, Forcarei, Pontecesures y Silleda, si bien los técnicos que elaboraron los informes matizan que muchos ayuntamientos aún cuentan con planes de ordenación de hace décadas.

El Ejecutivo recomienda apostar por la reforma y rehabilitaciones de inmuebles ya construidos en núcleos, al mismo tiempo que descarta el crecimiento a lo largo de las vías de comunicación. Defiende, asimismo, que se logre un equilibrio sostenible en la ocupación del suelo, procurando la conectividad de los sistemas naturales y que el paisaje siga definiendo la identidad de cada zona.

Eje Atlántico

Esto es, precisamente, lo que no se cumplió en los municipios que conforman el Eje Atlántico y los que están apostados en el denominado corredor del Miño: desde Ourense hasta la desembocadura de este río en A Guarda, se dan los valores más altos de saturación de suelo.