El Consello da Xunta aprobó ayer un plan de doce millones de euros para eliminar, o al menos suavizar la peligrosidad en 52 "puntos negros" de tráfico catalogados en la red autonómica de carreteras en toda Galicia. De todos ellos, el 77% -un total de 40- se concentran en la provincia de Pontevedra, especialmente en su fachada atlántica, frente a apenas once en A Coruña y uno sol en Lugo. En Ourense la Xunta no tiene censado ninguno de estos "tramos de concentración de accidentes".

El proyecto, de doce millones de euros, se activa desde ahora en una de las carreteras con mayor índice de inseguridad vial, la PO-308 entre Pontevedra y A Lanzada, que discurre por Poio y Sanxenxo. En concreto, ya está en exposición una actuación de 334.000 euros para actuar entre los kilómetros 12,4 y 15,4, entre A Granxa y Dorrón. Y es que este vial concentra hasta cinco "puntos negros de tráfico", tres de ellos en Poio y dos en Sanxenxo. La comarca suma un total de 14 de estos tramos conflictivos en siete carreteras autonómicas. Se trata de la autovía do Salnés, con uno en Sanxenxo, dos en la variante de Marín, cinco en la PO-308, uno en la PO-313, entre Marín y Moaña, dos en la PO-554 en Vilalonga (Sanxenxo), dos más en la carretera de Vilagarcía (la PO-531) en Campañó y uno en la PO-551, que rodea la península de Morrazo, en el límite entre Marín y Bueu. En este mismo vial hay otros cinco trechos, pero en otros municipios.

La relación, hasta los 40 de la provincia se completa en los siguientes viales: La PO-552 entre Vigo y Tui, con ocho tramos de concentración de accidentes; la PO-325 entre Vigo y A Ramallosa con tres; la PO-331 de Torneiros a Gondomar con dos, al igual que la PO-340 entre Tui y A Ramallosa. Con un único "punto negro" figuran la PO-307 (Deiro-Illa de Arousa), la PO-330 (Vigo-Vincios), La PO-548 (Pontecesures-Vilagarcía), la PO-549 (Vilagarcía-Cambados) y la PO-550 (Cambados- A Lanzada).

El presidente del ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció al término del Consello de la Xunta, que este plan de 12,3 millones forma parte del Plan de Seguridade Viaria de Galicia 2016-2020, periodo en el que está prevista la ejecución de 98 actuaciones. El objetivo principal "es reducir en un 50% las víctimas mortales en las carreteras gallegas con respecto a las registradas en 2011.