La localidad pontevedresa de As Neves fue una de las que más sufrió las consecuencias de los voraces incendios del 15 de octubre. Allí parecía que "llovía" fuego. Esta descripción la hace uno de los policías autonómicos de Vigo que ayudó aquella "dramática" jornada en este municipio donde las llamas arrasaron el 90% de los núcleos de población. Como él, otros 30 compañeros, el 70% de la plantilla que este cuerpo policial tiene en la urbe olívica, estuvieron ese día y el siguiente desplegados no solo en As Neves, sino también en Salvaterra, Mondariz y Ponteareas, todas zonas donde se activó el nivel 2 de alerta.

"En As Neves fue donde se vivieron los momentos de más incertidumbre, allí nos jugamos la vida", relata Antonio José Torres, actual responsable de la Policía Autonómica de Vigo. Con llamas y humo por todos lados, la labor en ese municipio fue especialmente complicada ya que las viviendas están dispersas y numerosos vecinos son personas de avanzada edad. Hubo que luchar, literalmente, para que muchos mayores accediesen a dejar sus casas. "Había gente que nos decía que prefería morir antes de irse de sus viviendas; son personas que le tienen mucho apego a a su casa, a sus animales, que no querían abandonar nada...", recuerdan.

Afirman que en el infierno que vivieron ese domingo en As Neves contaron con la ayuda del 061 y de los servicios de extinción -una motobomba de Ponte Caldelas y brigadistas de Cangas-, sin los que, dicen, hubiese sido "muy difícil" realizar algunos rescates. Como el de una anciana y cuatro niños de entre 5 y 12 años atrapados en una casa que se había quedado sin luz y agua y donde las llamas ya habían entrado por el establo. Uno de los menores estaba encamado y con respiración asistida. "El respirador se estaba quedando sin batería", cuentan. Junto a un técnico sanitario, lo trasladaron entre una densa humareda unos 200 metros hasta la ambulancia.

Poco antes de este rescate habían ayudado a una mujer que estaba perdida en el monte. Preocupada y sin ser consciente del peligro, había ido a mirar como estaban unos terrenos suyos. Solo en As Neves desalojaron 94 viviendas. "No recuerdo nada así; aquello parecía una película del apocalipsis, con coches y casas ardiendo; fue dramático", resume un policía.