El pago de recetas a las farmacias, la compra de implantes protésicos (fundamentalmente de cadera, rodilla y cardiovasculares) y la adquisición de material sanitario requirió en septiembre 60,3 millones de euros adicionales. La Consellería de Sanidade aprovechó parte de los fondos extra aportados por el Gobierno central gracias a la mejora de la recaudación en 2015 para solventar sus "insuficiencias" en esas cuestiones, atender a los pacientes y evitar el pago de intereses a farmacéuticos por posibles retrasos en el abono de su actividad.
El Servizo Galego de Saúde (Sergas) recibió esa inyección de dinero adicional a mediados del pasado mes de septiembre mediante una operación contable interna de la administración dirigida por Alberto Núñez Feijóo, derivando 60,3 millones procedentes del Ejecutivo central a su fondo de imprevistos y, de ahí, al departamento de Jesús Vázquez Almuíña.
El pago de recetas médicas copa, con 20 millones, un tercio de los recursos, seguidas de los 19 para "otro material sanitario", los 11,8 para prótesis y los 9,3 de "material de laboratorio". En el caso de las prótesis, no se especifica si se trata solo de la adquisición de los implantes o también de la posible factura si la intervención para colocársela al paciente se realiza en una clínica privada.
Sanidade descarta que la decisión responsa a una deficitaria planificación de sus gastos. "Se corresponde con un incremento de la actividad, sobre todo en prótesis de cadera, rodilla e implantes cardiovasculares; no se debe a una mala planificación", explican a este diario fuentes de esa consellería.
En la documentación interna de la Xunta que autoriza la operación, se señala como objetivo "contar con el crédito suficiente para afrontar las insuficiencias que se presentan en los distintos centros de gestión correspondientes a implantes, material sanitario, así como material de laboratorio, y en farmacia recetas médicas, para abonar las facturas pendientes de pago y así evitar posibles reclamaciones de intereses".
Además, se reconoce la incapacidad de recurrir a fondos de Sanidade para hacer frente a esas cargas. "Se solicita la financiación [a través del fondo de contingencia] debido a la imposibilidad de afrontar dicha insuficiencia mediante el ajuste de los créditos de la Consellería de Sanidade y del Servizo Galego de Saúde", añade el expediente que autoriza la entrega de esos 60,3 millones.
En julio, la Xunta detalló el destino de parte de los casi 229 millones de euros de la administración central correspondientes a la liquidación del año 2015 y al mejor comportamiento de la recaudación sobre lo previsto. De los más de 70 millones que irían a parar al Sergas, el material sanitario y farmacéutico coparía 61,2, según el plan del Ejecutivo autonómico, un millón más de la cifra final.
En ese capítulo incluía 14 millones para financiar los fármacos de última generación contra la hepatitis C para 2.000 pacientes, así como la adquisición de 20.000 vacunas contra la gripe. Además, la Xunta pagaría 1,5 millones extra a clínicas privadas para realizar alrededor de 1.500 intervenciones y así aliviar las listas de espera. A finales del año pasado, Sanidade ya había pagado otros 18 millones extra al sector privado, elevando la factura de la actividad concertada hasta los 203. A mediados de este ejercicio, la espera media para operarse en la comunidad se situó en 62,2 días, la emora más baja de la década.
El Consello de Contas, sin embargo, ha afeado en varias ocasiones al Sergas presupuestar gastos previsibles a la baja y luego inyectar fondos adicionales como si se tratase de necesidades extraordinarias. En 2015, los cambios en sus cuentas sumaron 522 millones de euros, según el informe del organismo fiscalizador.
