Aunque la Consellería de Sanidade no ha logrado llegar al 65 por ciento que se pone como meta de cobertura de la vacuna de la gripe en los mayores de 64 años y tiene que armarse de argumentos para convencer a los reticentes de las ventajas de protegerse contra una enfermedad que el año pasado segó oficialmente 136 vidas, hay una parte de la población que sí está dispuesta a protegerse y que ya ha hecho los deberes para cerrar una cita en la que recibirá la inyección.

Según trasladaron ayer desde el departamento que dirige Jesús Vázquez Almuíña, aunque la campaña arranca mañana, lunes 23, más de 54.000 personas ya han solicitado una cita para inmunizarse contra una enfermedad que en la temporada pasada también batió los récords de ingresos, con casi dos mil.

En concreto, se contabilizan ya 54.047 citas solicitadas, y de ellas prácticamente una de cada cinco procede del área sanitaria de Vigo En el caso de Ourense, son ya 7.369 personas quienes han reservado la vez para inmunizarse, y en Pontevedra, un total de 3.973. En el caso de Lugo, la cifra asciende a 10.467, y en la provincia de A Coruña se sumarían las 12.855 del área herculina, las 4.703 de Santiago y otras 4.678 en el área de Ferrol.

Aunque después muchos de los colectivos de riesgo (como los mayores) se resisten y cuesta convencerlos, en un primer momento puede ocurrir lo contrario y que todos quieran vacunarse al principio. El Sergas recuerda que "hay tiempo suficiente" -el 29 de diciembre es la fecha en la que se cierra la campaña- "para hacerla progresivamente" y además los vacunados "en cualquier momento de la campaña estarán protegidos cuando llegue la onda epidémica". El Sergas trabaja con la previsión de que el virus no circule de forma "intensa" hasta Navidad. Al menos así lo hicieron constar las autoridades sanitarias al presentar la campaña, que se desarrollará en 900 puntos de la geografía gallega y para la que se dispone de 560.000 dosis, 30.000 más que hace un año.

Reticencias

Mientras algunos ya hacen cola, otros son más reticentes. El año pasado un total de 33.000 gallegos dijeron no a la vacuna pese a que la tenían recomendada expresamente por su médico de cabecera o personal de enfermería. Para convencer a los más reacios, el Sergas llevará a cabo por tercer año (si se incluye la experiencia piloto) un programa de llamadas a domicilio a partir de la cuarta semana de vacunación a quienes no acudan a inmunizarse antes. El año pasado logró convencer al 11,5%.