El pago de infraestructuras viarias y del complejo hospitalario Álvaro Cunqueiro de Vigo, incluyendo la compra de tecnología, mediante la colaboración con la empresa privada le costará a la Xunta el año que viene 148,9 millones de euros, lo que supone un aumento del 11% respecto a las cuentas de este ejercicio y casi triplicar el crecimiento medio de las cuentas autonómicas en 2018, que alcanzará el 2,9%.

La cifra total apenas dista seis millones de los fondos de que dispondrá la Consellería do Mar y supera los de Facenda (56 millones) y Medio Ambiente (117), así como las transferencias a las entidades locales (125,6).

Durante la crisis económica, las administraciones recortaron gasto, especialmente en materia de inversiones, para embridar el déficit público ante la caída de la recaudación. La opción de recurrir a fórmulas de colaboración con el capital privado surgió como una opción.

En la actualidad, esta es la vía de financiación del hospital Álvaro Cunqueiro y de seis vías de alta capacidad, a las que la administración autonómica paga un canon. Se trata e la A-52, que recibirá 9,2 millones; la vía rápida de O Salnés (5,3); la vía rápida de O Barbanza (12,5), la AG-56 entre Santiago y Brión (23,1) y la Autovía da Costa da Morte (23). En el caso de las autovías de O Barbanza y O Salnés, la Xunta elevó el canon pagado para evitar su quiebra en 2014 por el desplome del tráfico.

En el caso del hospital de Vigo, la aportación por el canon y la inversión se mantiene respecto a este año, con 65,7 millones, a los que se unen 9,7 por el contrato de alta tecnología que concluye en 2023.

La factura por todas estas obras supone 3.000 millones de euros -más 57,7 de compra de tecnología para el Cunqueiro- que la Xunta acabará de pagar en 2040. La mayor cuantía corresponde al centro hospitalario vigués con 1.159 millones hasta 2035 entre canon e inversión, según consta en las cuentas autonómicas para 2018.