"Si salvamos nuestras casas fue gracias a la ayuda de nuestros vecinos y de la gente que solidariamente se acercó para echar una mano, no porque las administraciones cumplieran". Así expresan los habitantes del barrio de A Anunciada, popularmente conocido como "Corea" en Baiona, sus sentimientos encontrados de agradecimiento e indignación a la vez. Lo que ocurrió el pasado domingo en su entorno "no puede quedar en el olvido" y por eso han decidido organizar una concentración pacífica para protestar por el "abandono" que sintieron por parte de los organismos oficiales y para mostrar su "gratitud" con todos aquellos que no dudaron en arriesgar sus vidas para apoyarlos en la lucha contra el fuego. Será este domingo, a las cinco de la tarde en el parque de A Palma, bajo el lema "Lume, nunca máis".

Fueron casi doce horas de tensión máxima las que los vecinos del barrio sufrieron, desde las cinco de la tarde hasta las cinco de la madrugada. "Momentos en que todos pensamos que lo perderíamos todo, vivimos mucho dolor y frustración", explicaba ayer Sonia Cedeira Cabral, una de las promotoras de la movilización.

Una jornada fatídica que todos recuerdan con angustia y secuelas físicas por el gran esfuerzo físico "que no sabemos aún de dónde sacamos". Las cadenas humanas armadas de cubos y mangueras enganchadas a la red de suministro e incluso a las piscinas lograron evitar desgracias. A los residentes en las 60 viviendas de A Anunciada y los lugares aledaños también amenazados -las urbanizaciones Vista Real y Estelas, San Antón e incluso Almirante Fontán y varios barrios de Baíña- se unieron cientos de personas del centro urbano, de otras parroquias baionesas, "e incluso gente de fuera que estaba en Baiona tomando café o disfrutando de una tarde de ocio", destacan. "Pero aquí no vimos ni un bombero, ni tampoco representantes políticos. Fue un escándalo. Vino un camión bomba y estaba vacío. En aquel momento estábamos atendiendo a lo importante pero ahora, cada vez que lo pensamos, la indignación va a más. Nos sentimos abandonados", se quejan.

Por todo ello, tras enfriarse los ánimos, los afectados decidieron "hacer algo para manifestar que estamos aquí y que no nos vamos a olvidar de lo que ocurrió, para bien y para mal". Ayer ultimaban las pancartas que desplegarán en A Palma y los carteles que cuelgan por todo el municipio a la espera de que la gente apoye sus reivindicaciones. "Esto no podía quedar así. No queremos hacer un escándalo, sino una concentración pacífica a modo de protesta", explica Sonia Cedeira.

Sí destacan la labor de numerosos guardias civiles que acudieron de uniforme y de paisano, agentes que también tuvieron que redoblar esfuerzos para proteger el propio puesto principal de la Guardia Civil Baiona-Nigrán, acorralado por las llamas. Uno de ellos, identificado como Pedro Sa Ra, manifestaba ayer su gratitud a través de Facebook, en el perfil "Baiona Anuncia".

Su reflexión describe su angustiosa batalla contra las llamas en varias zonas afectadas en toda la comarca pese a estar de día libre y agracede la colaboración de los vecinos codo con codo. "Lloro porque el domingo todos nosotros, fuimos uno. Porque no fuimos ni guardias civiles ni policías, fuimos y actuamos como vecinos. Fuimos uno más. Porque nunca se para de aprender. Y el domingo aprendí una gran lección. Que un pueblo humano y unido puede con todo. Mi tristeza a las fallecidas. Es durísima esta pérdida. Lo peor que puede pasar", comenta. Sus palabras han recibido cientos de apoyos en la red.