Alberto Castromil Sánchez falleció el domingo al tratar de ayudar a una vecina cuando la lengua de humo y fuego cercaron su vivienda de San Andrés de Comesaña. Se precipitó de una altura de tres metros. Tenía 70 años. De carácter "muy humilde", se había forjado un nombre en el negocio de compraventa de pescado cuando asumió la gerencia de Pescafina, una de las principales compañías de trading de los noventa y que terminaría absorbida por Pescanova. Su apellido lo vincula directamente al fundador del grupo de transportes Castromil, Evaristo Castromil Otero. "Era un buen trabajador", recuerdan empresarios del sector, que ayer lamentaron la "fatalidad" de un accidente que le sobrevino al poco de jubilarse. Tenía un hijo, residente por trabajo en Reino Unido, y dos nietos. "Era sobrino del famoso pianista", Ramón Castromil Ventureira, virtuoso de la música y empresario galeguista que promovió, además de la expansión de la empresa de autobuses, la edición de los Contos de Castromil.

Casado con Belén Cabo -descendiente de un empresario de Monforte dedicado a la importación de pieles-, Alberto Castromil trabajó para Pescafina con la compañía asentada en Vigo. Esta sociedad, junto con Pez Austral y Pescafina Bacalao, conformaban la división de pescado del grupo Transáfrica. La segunda de ellas fue prácticamente pionera en la comercialización de productos pesqueros a Estados Unidos, donde inició su andadura a mediados de los noventa. Entonces la mitad de la facturación, que en el 94 alcanzaba los 4.000 millones de las antiguas pesetas, ya procedía del extranjero. Alberto Castromil era desde Vigo el responsable de ventas para la familia Salama, de origen judío, que controlaba más del 50% de Transáfrica (el resto era del grupo suizo André de Lausanne). Pescafina se convirtió, con él de gerente en Vigo, en un "pastel" cuando se produjo la quiebra del holding y los bancos acreedores (BNP, BSCH, Banesto y Rabobank) buscaban comprador para su división de pescado. El portugués Américo Amorim pujó por ella, pero en el 2000 pasó a manos de Pescanova.