Las consecuencias del devastador incendio que el pasado domingo arrasó los montes de varias parroquias de Fornelos de Montes y Pazos de Borbén podrían agravarse por la llegada de las lluvias. Si los chubascos del lunes fueron una bendición para los cientos de personas que luchaban contra el avance del fuego, en caso de incrementar su densidad durante los próximos días las cenizas podrían llegar al embalse de Eiras, que abastece a la mayor parte del Área Metropolitana de Vigo.

El alcalde de Fornelos, Emiliano Laxe, advertía ayer esta grave situación después de comprobar el estado en que quedaron las cuencas de los ríos Oitavén y Barragán, que aportan su caudal a la presa. La escorrentía de terreno hacia los cursos fluviales podrían contaminar las aguas de los ríos y acuíferos y afectar al embalse. "Los montes de Calvos, Traspielas y Fornelos por los que discurre el cauce están completamente calcinados, por lo que si no se actúa con rapidez se corre el riesgo de que venga una tromba de agua y arrastre todas las cenizas", apunta Laxe.

Ante esta situación, el responsable municipal solicita a Augas de Galicia y a Aqualia que pongan los medios necesarios con urgencia, como el levantamiento de barreras de contención, para evitar un mayor desastre del ya causado por los incendios.

El municipio de Fornelos todavía mantenía ayer a última hora de la tarde un incendio activo, en la parroquia de Traspielas, aunque alejado de cualquier núclo de población.

Vivienda calcinada

La terrible situación que vivió el municipio vecino de Pazos de Borbén por el fuego deja situaciones dramáticas en este concello. Una de ellas es la de una joven pareja con un bebé, residente en la parroquia de Pazos, que perdió su vivienda tras hundirse el tejado calcinado por las llamas. Por fortuna, los moradores pudieron desalojar a tiempo la casa, por lo que solo hubo que lamentar daños materiales.

El gobierno local no escatimará esfuerzos en ayudar a sus vecinos y desde el primer momento se puso a disposición de esta familia afectada. A través del departamento de Servizos Sociais, el consistorio ofreció ayer una alternativa de alojamiento a la familia y su bebé en un hostal de Redondela, además de un espacio para guardar sus enseres personales hasta que encuentren una nueva vivienda. También les entregaron vales para adquirir alimentos y enseres básicos en restaurantes y tiendas del municipio.

La familia abandonó la casa el domingo por la tarde ante la amenaza de un fuego que más tarde alcanzaría el inmueble, que perdió completamente la cubierta y cuenta con numerosos desperfectos.

El alcalde de Pazos, Andrés Iglesias, se mantuvo en contacto directo con la familia durante todo el día, visitando la vivienda junto a los técnicos municipales que revisaron la estructura del inmueble y gestionando personalmente una alternativa habitacional para sus miembros acorde a sus necesidades. "Este fin de semana la desgracia se cebó en todos nosotros, y fueron los vecinos los que dieron un paso adelante y se impusieron al fuego con palas, cubos y mucho esfuerzo. El deber del Concello es estar al lado de los vecinos, sobre todo ahora, cuando más sufrimos y más nos necesitan", afirmó el regidor.

Una vez pasada la amenaza del fuego al darse por extinguidos todos los focos, el Concello se ha puesto manos a la obra para contabilizar los daños y comenzar con los trabajos de recuperación más urgentes, como restaurar el suministro de agua corriente al colegio público Curros Enríquez o la fijación de muros y elementos dañados por el fuego en situación de riesgo de desprendimiento.