Dos almacenes industriales en la parroquia de Cepeda resultaron seriamente dañados por el fuego el pasado domingo. Las llamas que se iniciaron de madrugada en Nespereira atravesaron el bosque de eucaliptos próximo, saltaron a las parcelas cubiertas de maleza y alcanzaron las naves, donde ayer quedaba patente la devastación material y también anímica.

Trabajadores de las empresas Cervigal, importadora de cervezas, y Alba, dedicada a palés y embalajes, se afanaban desde primera hora de la mañana en salvar el material que no se calcinó. Decenas de palés engrecidos se apilaron ante la nave de aluminio, doblada por efecto del calor, mientras los empleados limpiaban el interior del almacén. Una trabajadora de Alba, que no quiso identificarse, solo dijo: "No hay más que verlo".

La empresa de palés tiene ocho empleados que ayer, con lágrimas en los ojos, por efecto del humo y de la desolación, se esforzaban en limpiar el entorno y retirar restos quemados de las instalaciones.