Todavía no hay un balance provisional de los daños ocasionados por el incendio que afectó el domingo los municipios de As Neves, Salvaterra, Ponteareas y Mondariz, procedente de Portugal, pero los primeros datos, que comenzaron a recogerse ayer, muestran un panorama desolador, sobre todo en el Concello de As Neves.

El incendio dejó una veintena de casas destruidas -al menos dos habitadas-, bienes como coches o maquinaria destrozados, animales domésticos muertos, viñas de plantaciones para vinos de calidad "Rias Baixas" inservibles y decenas de personas sin empleo.

Las llamas afectaron a varias empresas, la primera de ellas, y que todavía ayer terminó de quemarse, fue Maderas Vial, una de las madereras más importantes del sur de Galicia en la que trabajaban 28 personas, a los que el fuego arrebató su medio de vida. También una empresa de fontanería Instalaciones As Neves y la carpintería metálica Cerrajería y Aluminios Fontán -ambas en una nave compartida-, cuya destrucción provocó la pérdida de entre 6 y 8 puestos de trabajo directos e indirectos, empresas del sector primario como una granja avícola, y centenares de hectáreas de viñedo acogido al Consello Regulador Rías Baixas para la producción de vinos de calidad.

"Lo que ha ocurrido en As Neves nunca se había visto", apuntó el alcalde Xosé Rodríguez Méndez. El regidor dijo que "no hubo tiempo a reaccionar, porque las llamas avanzaron muy rápido" y que el 80 por ciento del territorio, lo que serían unas 5.300 hectáreas (sobre 53 km cuadrados), resultaron afectadas por el fuego. Aún pendientes del balance provisional, desde el Concello se considera que el 98 por ciento del terreno forestal del municipio fue arrasado por las llamas.

El alcalde mantuvo reuniones con los demás grupos políticos, PSdeG-PSOE (cuyo socio de gobierno y líder local Eduardo Mariño, trabajó codo con codo en la gestión del incidente) y PP, dirigido por el ex-alcalde, Raúl Emilio Castro, para celebrar un pleno extraordinario y decidir la petición de que el municipio sea declarado "zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil", conocida popularmente como "zona catastrófica".

Para evaluar los daños los concellos de As Neves, Salvaterra y Ponteareas abren oficinas de información a donde pueden dirigirse los damnificados. En un primer momento, y con el apoyo de la Cruz Roja, se atendieron intoxicaciones por humo y pequeñas quemaduras, pero a partir de ayer estas oficinas -la primera se abrió en el Centro Social de As Neves- recogían fichas de los perjudicados, para registrar bienes dañados y así tener datos fiables de la situación.

Además de en As Neves, el mismo incendio afectó a dos casas en Salvaterra; una casa animales y maquinaria agrícola en Mondariz; alpendres y galpones en Ponteareas. En Ponteareas se atendieron a 40 personas en el pabellón y 21 familias fueron desalojadas, Por otra parte, también se contabilizaron más de cien focos repartidos por catorce de las vintecatro parroquias ponteareanas. "Afortunadamente gracias a los esfuerzos de los trabajadores municipales y de los vecinos y vecinas se pudieron salvar las viviendas que estaban rodeadas de fuego pero aun así ardieron varios alpendres y viviendas deshabitadas" señaló la concejal de Seguridade Cidadá, Vanesa Fernández.

Otro incendio afectó también a una casa en A Cañiza.