El catedrático de Política Económica Antón Costas tiene una visión positiva del problema demográfico al que se enfrenta Galicia. Y más que un problema considera que es una oportunidad para cambiar la forma de organización en las empresas y en la sociedad. También alerta de que se está "difundiendo un miedo basándose en tópicos y no en datos". Costas será hoy uno de los ponentes en el ciclo de conferencias Galicia en la encrucijada que se celebra en la Fundación Barrié de A Coruña y que analizará la sangría demográfica en la comunidad.

-En Galicia desde hace tres décadas mueren más personas de las que nacen; la tasa de natalidad es muy baja; el 25% de la población tiene más de 65 años; se pierde población todos los días? El futuro demográfico es muy negro.

-Esta transición demográfica no la podemos ver como una maldición de Matusalén, porque, todo lo contrario, es uno de los grandes éxitos de la humanidad, al menos para una gran parte de ella. Esta transición demográfica lo que nos obliga es a cambiar prácticamente todas las formas de organizar la vida y de organizar la empresa.

-Me ha gustado lo de la maldición de Matusalén.

-No veo una maldición de Matusalén en Galicia. No la veo. Estamos difundiendo un miedo basándonos en tópicos que no están basados en los datos. No es que no sea consciente de ese problema, pero lo veo más como un reto que nos obliga a cambiar las formas de organizar las empresas y la sociedad.

-¿Y las empresas y las personas estamos preparadas para ese cambio? Creo que no.

-¿Ya se siente incapacitado para realizar ese cambio?

-No, pero no soy directivo de una empresa para ponerlo en marcha.

-¿Sabe lo que está estropeando en el ámbito de las empresas? Los bajos salarios. Los bajos salarios nos están haciendo tomar decisiones con una visión cortoplacista sin darnos cuenta de las consecuencias.

-¿Las políticas para aumentar la natalidad también son cortoplacistas?

-Excepto después de grandes guerras, los problemas demográficos no se resuelven por la vía del aumento de la natalidad sino por la vía de la inmigración. Pasa en China. En sus grandes ciudades, donde mayor es el crecimiento, la tasa de remplazo es muy baja, pero si mides la inmigración del resto de regiones a esas ciudades observas cómo esas ciudades no tienen problemas de envejecimiento de la población. Al contrario, están bajando su edad media. Eso es un problema a tener en cuenta en Galicia. Los problemas no nos vienen de la natalidad. Los problemas nos vienen de la falta de inmigración y de la salida de gallegos. Y sin embargo esta dimensión del problema no se acostumbra a valorar. Galicia tiene necesidad de reemplazo, porque no atrae inmigrantes.

-Hay expertos que aseguran que la demografía es el mayor problema que tiene en estos momentos Galicia.

-Habría que preguntarse por qué lo dicen porque probablemente están pensando en las pensiones públicas. Cómo sostenerlas. Pero aquí hay que ir con mucha calma y no meter excesivo miedo. Pero el principal problema es que no hay una oferta buena de empleo de las empresas gallegas para atraer a la gente y para que no se vaya la que está aquí.

-¿No habrá entonces problemas con las pensiones en el futuro?

-Insisto en que vemos la transición demográfica como una maldición de Matusalén básicamente por la intuición que tenemos, más que por los datos, de que el aumento de la población en edad de jubilación va a significar una presión excesiva sobre los recursos públicos. Hoy por hoy ese problema es español, no gallego. Porque las pensiones son nacionales.

-Pero ¿algo habrá que hacer?

-Llevamos con la edad de jubilación en 65 años más de un siglo. Las formas de financiación de las pensiones irán cambiando en el futuro de forma progresiva. El sistema de financiación que tenemos ahora es de la posguerra. Va tener que cambiar y considerar algunas variables que hoy no estamos teniendo en cuenta.

-Por ejemplo.

-Una de ellas es que mi generación, que es la que está entrando en la jubilación, probablemente es la que se jubila con mayor patrimonio de las que nunca se han jubilado con anterioridad. Segundo: es una generación con unas condiciones de salud muy buenas.

-Tiene una visión positiva del problema de la población en Galicia, pero hay muchos expertos que hablan del suicidio demográfico al que nos encaminamos.

-Expresiones de este tipo me hacen pensar que el pesimismo tiene muy buena prensa.

-Eso también es cierto.

-Dices frases como la del suicidio demográfico y la gente te escucha y se queda impresionada. Si dices lo que digo yo, de una forma diferente y desde un aspecto positivo, das la impresión de que eres un optimista bobo y esto habrá que cambiarlo.

-Al principio de la entrevista se ha referido a los cambios que hay que realizar en las empresas y en las personas, ¿por dónde hay que empezar?

-En el ámbito de las empresas hay que acabar con la discriminación por edad y saber aprovechar la riqueza que tienen las empresas en el personal que tiene mayor experiencia laboral, mayores capacidades y mayor productividad. Y a partir de una edad, ofrecer a los trabajadores un trabajo a tiempo parcial, con menores horas y menores salarios.

-¿Y en la sociedad?

-Tenemos que organizarla para aprovechar a las personas mayores en beneficio de toda la población. Y organizar la conciliación, el trabajo y la vida familiar. Y por ahí no hemos entrado para nada.