Al menos tres casas ardieron ayer en Baiona en el tercer incendio forestal registrado en la localidad turística en los últimos cinco días. Dos viviendas se quemaron en la zona de San Antón y otra en las Maclas, en una de las urbanizaciones situadas en la parte alta de la villa, explicaron testigos presenciales. Precisamente, en esa zona fue donde se origó por la tarde este tercer fuego, y varios de los vecinos de esas urbanizaciones tuvieron que ser desalojados.

El suceso dejó impactantes imágenes de las llamas avanzando hacia el casco viejo baionés. Las chispas iban saltando y prendiendo nuevos focos, algunos de ellos en fincas habitadas. No obstante, los propios habitantes consiguieron detenerlas. Una vez controlado ese foco, las llamas siguieron corriendo hacia la zona de Baíña.

También la masa arbórea que rodea al parador de turismo se quemó, aunque no hubo desalojo del establecimiento.

Antes, durante la madrugada, había comenzado a arder la zona de la Virgen de la Roca, en la que ya se registró un pequeño incendio el pasado jueves. Ese foco estaba controlado alrededor del mediodía. Pero antes de eso, las llamas descendieron por la ladera hasta apagarse en la carretera costera que une Baiona y A Guarda.

Precisamente, en esa zona se ubica el hotel Rompeolas, que se vio afectado. Afortunadamente, solo trabaja en temporada veraniega y había cerrado a finales de septiembre, por lo que no había huéspedes alojados. Pero sus propietarios lamentaron daños en el sistema de canalización, tuberías y los cristales rotos. Además, las llamas se quedaron en las inmediaciones de un depósito de gasóleo.

Los afectados se mostraron convencidos de que el incendio había sido intencionado, sobre todo por el hecho de que se generase de madrugada.

Durante buena parte de la mañana un solo brigadista estuvo a cargo del dispositivo, según relataron testigos presenciales. Hacia el mediodía había llegado un grupo de apoyo.