Un fuego de grandes proporciones pone en riesgo viviendas que tuvieron que ser desalojadas en Armenteira, Meis. Uno de los primeros focos de las llamas fue detectado por una vecina de Fofán en las inmediaciones de un eucaliptal pasadas las nueve de la noche. Lo que parecía un conato sin importancia en pocos minutos se propagó avivado por el viento.

El incendio de grandes proporciones pasó de Fofán, en el límite con Ribadumia, a los lugares de Castiñeiras y Cabeza de Boi, así como a las zonas altas de Gondes, poniendo en peligro varias casas. El fuego estuvo cerca del monasterio de Armenteira, muy próximo a zonas pobladas.

Una vecina de Fofán declaró que vio como sobre las nueve de la noche prendían un foco en un eucaliptal cerca del mirador de San Cibrán y como las llamas se propagaban a toda velocidad debido al fuerte viento reinante.

Ante la proporción del fuego se desplazaron efectivos de distintos servicios de bomberos y Protección Civil de la comarca con el fin de atajar el incendio e impedir que llegara a los núcleos de población, aunque a esta hora de la noche todavía persistía el riesgo. Del servicio contraincendios do Salnés, solo pudo actuar la unidad de Ribadumia, ya que la de Vilagarcía fue desplazada durante toda la jornada a los siniestros de Redondela y Vigo.

Como consecuencia del avance de las llamas se cortaron varias pistas y también la carretera que une Barrantes con Armenteira, a la altura de Cabeza de Boi.

En la zona de Gondes las casas más altas tuvieron que ser desalojadas mientras los bomberos luchaban para que las llamas no las alcanzaran, aunque sí fue afectado un hórreo.

Una situación similar ocurrió en la aldea de Pereiras donde tuvieron que desalojar dos casas y también evacuar al ganado que estaba en un galpón. Otro alpendre quedó arrasado por el fuego,

El alcalde de Meis, José Luis Pérez, que estuvo coordinando las actuaciones, expresó su preocupación por la voracidad de las llamas y la rapidez con la que se propagaron.

La situación fue tal que uno de los vecinos de la zona afectada por el incendio subió con un tractor para ayudar en las labores de extinción que casi queda rodeado por el fuego y tuvo que abandonar el vehículo para salvarse.

Los habitantes de la zona se han visto superados por la situación, ya que los medios empleados eran limitados y no alcanzaban para hacer frente al incendio, por lo que colaboraron sacando cubos y mangueras. El objetivo era que las llamas no alcanzaran las casas. Todos coinciden en que el fuego ha sido intencionado.

Testimonios

El fuego alcanzaba a las diez de la noche unas grandes proporciones. "Las llamas llegaban ya a las copas de los eucaliptos", asegura Mónica Novas, propietaria de una casa rural desde la que se divisa el incendio.

"El problema es que está todo seco, incluso los viñedos que pueden resultar afectados si se propaga hacia aquí", señala.

Esta vecina explica que en el operativo de seguridad también intervienen agentes de la Guardia Civil que tratan de construir cortafuegos para impedir que las llamas lleguen a las viviendas. Sin embargo la preocupación era latente entre los habitantes del lugar por las dificultades de extinción y la escasez de efectivos para atajarlo.

Agentes del servicio de Protección Civil de Poio que participan en las labores de apagado del fuego subrayan que han tenido que cortar varias pistas para evitar que los coches queden atrapados en medio del monte.

De momento no fue necesario cortar la Autovía de O Salnés, que ayer registraba una altísima ocupación por ser el principal acceso a la autopista desde la costa arousana que se ha llenado con el puente del Pilar.