"La única excepción y la única persona seria en este dislate es el alcalde de Vigo, Abel Caballero", proclamó ayer el exalcalde de A Coruña y exembajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, para quien las primarias del PSdeG para elegir secretario xeral son un "capítulo más" en un partido que no da "ninguna respuesta a los problemas de la sociedad".

Vázquez, que en el pasado fue tres veces secretario xeral del PSOE gallego, confesó que no sigue de cerca "las convulsiones internas y personales" en el PSdeG. En su opinión, el PSOE gallego "desgraciadamente, desde hace muchos meses y mismo años, tan solo traslada a los ciudadanos sus luchas de poder y sus batallas internas". "Una auténtica pena", lamentó Vázquez, para quien "la única excepción" es el alcalde de Vigo. De él, destacó el "apoyo mayoritario de los suyos" frente a un partido que "lo torpedea".

El regidor coruñés leyó ayer en la Facultad de Derecho de la Universidade de A Coruña su tesis doctoral La Carta Social Europea y la Inspección de Trabajo, en la que rechaza la creación de inspecciones de trabajo autonómicas, como las que existen ya en el País Vasco y Cataluña, por entender que suponen una "disgregración territorial y competencial".

Vázquez, que fue admitido en el programa de doctorado en Derecho Administrativo Iberoamericano tras su jubilación como inspector de trabajo-, presentó a sus 71 años su tesis en la que demanda que España ratifique "la versión renovada" de la Carta Social Europea. "Es un tratado ratificado por todos los países europeos y que los sucesivos gobiernos españoles de todos los colores políticos se han negado a hacer", sentención, con lo que se impide que los sindicatos "tengan competencia para acudir a las autoridades sociales europeas cuando se infrinjan las políticas sociales".

En declaraciones a los periodistas, el exembajor en el Vaticano pidió ayer a los españoles que muestren su "apoyo incondicional" al Gobierno de España en las medidas que pueda tomar para frenar "el segundo golpe de Estado" que sufre el país desde 1981, con el proceso independentista en Cataluña.

Vázquez consideró que los impulsores del referéndum "deberán sufrir el peso de la ley, como sediciosos y rebeldes".Para el exregidor socialista el desafió independentista ha sido posible por "la permisividad" que ha habido, a su juicio, "con los grupos separatistas".