El Consello de la Xunta dio hoy luz verde al decreto que garantiza que la espera para operaciones de patologías graves no urgentes no será superior a los 60 días. En caso de que el hospital público no pueda cumplirlo, se le ofrecerá al paciente tres opciones: seguir a la espera, ser tratado en otro hospital del Sergas o derivado a uno concertado cuyos gastos correrán a cuenta de Sanidade. Este decreto desarrolla un derecho que aparece en la ley de garantías sanitarias que la Xunta aprobó en 2013.

Pacientes de más de 100 patologías graves podrán acogerse a este derecho, que también se extiende a consultas externas y pruebas diagnósticas. En este caso, el plazo máximo de espera es de 45 días. La Consellería de Sanidade calcula que en un año 15.000 pacientes se beneficiarán de este plazo máximo en las tres modalidades, operación, consulta y pruebas.