La crisis y el endurecimiento y los cambios en el Código Penal están detrás de que el número de gallegos condenados por cometer un delito se incrementase en 2016 por tercer año consecutivo y que, además, esa cifra haya crecido un 50% desde 2008. Aun así, Galicia presenta una de las tasas más bajas de España (se encuentra la tercera por la cola) con 5,8 personas condenadas en sentencia firme por cada 1.000 habitantes.
Andalucía sigue un año más liderando la tabla de condenados, ya que uno de cada cinco procedía de esta comunidad (19,6%). Cataluña se mantuvo en la segunda posición con el 15,9% de los sentenciados y Madrid fue tercera con el 13%, según el balance de delincuencia que publicó ayer del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Hombre, de unos 37 años, español y procesado por un delito de seguridad vial fue el perfil de los condenados (un total de 13.581 en el caso de los adultos) en Galicia en 2016. Una tercera parte de los delitos cometidos el pasado año en la comunidad estaba relacionado con seguridad vial, seguidos de lesiones y hurtos.