Sacarse el carné de conducir con la mayoría de edad es uno de los objetivos de los jóvenes, aunque con la crisis y las dificultades para adquirir un vehículo el número de matriculaciones se redujo levemente en los últimos años. La huelga de examinadores de este verano sí que ha provocado un descenso mayor que alcanza el 80% en algunas autoescuelas. Y no todos los que estaban inscritos y en la época estival han superado el teórico y han empezado a ponerse al volante en las clases prácticas han podido obtener la L de conductor novel al no tener ocasión de examinarse. Pero con los que sí han realizado la prueba n lo que va de año, la Jefatura Provincial de Tráfico de A Coruña destaca que la parte práctica del examen es la que más se les resiste a los gallegos que están aprendiendo a conducir, ya que el índice de aprobados está 12 puntos por debajo de los que pasan la prueba teórica: un 52,2% de aptos en el primer caso frente al 65,5% en el segundo. Aun así, Galicia sobrepasa la media nacional aprobados en el test de conducción o circulación, al situarse cuatro puntos por encima de la cifra estatal. Entre las distintas jefaturas provinciales de la comunidad las diferencias son notables: desde el 61,90% de aptos en Lugo a los apenas 37,70% registrados en Ourense. Entre ambos extremos se sitúan Pontevedra (56,2%), Vigo (52,9%) y A Coruña (48%).

La conducción por carretera es el test práctico en el que se evalúan las competencias de los aspirantes a obtener el permiso B. Pero los demás tipos de carné de conducir (ciclomotores, motocicletas, furgonetas, camiones o autobuses) exigen una prueba de destreza en circuito cerrado. De los alumnos que se sometieron a estos exámenes, casi seis de cada diez aprobaron, también por encima de la cifra nacional, en concreto, en dos puntos. Santiago y Lugo se colocan por encima de la media gallega con un 67% y un 66% de aptos respectivamente. También A Coruña pasa de ese umbral por unas décimas con un 60,10% junto con Vigo, que registro un 59,4% de matriculados que salieron airosos de la prueba de destreza. En Pontevedra y Ourense los que han conseguido la L son más de la mitad pero se quedan por debajo de la media gallega e incluso de la española con un 54,3% en los exámenes tramitados por la jefatura pontevedresa y un 50,5% en el caso de la ourensana.

En lo que se refiere a la parte teórica, la prueba común a la que deben someterse todos los futuros conductores alcanzó un éxito del 65,5% entre todos los examinados, cinco puntos por encima del 60,7% de la media nacional. Destacan las tasas de Pontevedra y Santiago, con un índice de aprobados del 69,7% y el 68,3%. Vigo y Ourense también se sitúan por encima del dato gallego, con un 66% y un 65,10% de aptos. Lugo, sin embargo, se coloca por debajo de la media autonómica con un 63,6% y A Coruña incluso no llega al dato de España con una tasa del 60,4%.

De todas las pruebas realizadas en las jefaturas de Trafico, las que cuentan con resultados más favorables son las pruebas teóricas específicas que deben pasar los automovilistas que opten a obtener cualquier otro permiso de conducción distinto al de turismos. En Galicia el nivel de aptos llegó al 84,2%, un porcentaje que sobrepasan Santiago (87,3%), Pontevedra (86,1%) y Vigo (85,6%). Superan el 80% también Ourense (83,7%) y A Coruña (82,8%), mientras que Lugo roza ese límite con un 79,9% de aptos.