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La recaudación fiscal de los no residentes lleva 7 años al alza y se acerca a los 100 millones

El mayor control de Hacienda sobre este colectivo y el aumento de la emigración elevan en un año casi un 8% el IRPF ingresado desde el exterior - Desde 2010, se duplicó

Galicia lleva 7 ejercicios consecutivos aumentando el dinero recaudado entre los no residentes. En 2009, los gallegos que vivían en el exterior pagaban a Hacienda por el dinero que tenían en sus cuentas bancarias, por las acciones que habían comprado o por las propiedades que vendían o alquilaban en Galicia un total de 43 millones de euros. El año pasado la cifra se duplicó con creces: 95,7 millones de euros.

La razón de que la recaudación fiscal entre los gallegos del exterior se disparase de tal modo es el mayor control que la Agencia Tributaria ejerce sobre las cuentas de los emigrantes y también el incremento de las salidas al extranjero.

La crisis económica empujó al departamento de Cristóbal Montoro a reforzar el control para que todos pagasen y a miles de gallegos a buscar trabajo fuera de España. Desde 2009, el Padrón de los gallegos residentes en el exterior creció un 33%, pasando de 383.840 a 511.830.

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Son casi 128.000 los gallegos que han abandonado la comunidad para ir a vivir a otros países. Es como si hubiesen vaciado las ciudades de Pontevedra y Vilagarcía.

La presión de Hacienda sobre los gallegos que viven en el extranjero no afloja. En 2016, la recaudación creció un 7,5%, pasando de 89 millones a 95,7 millones. A este ritmo, al cierre de este ejercicio, los emigrantes gallegos habrán pagado al fisco español 100 millones de euros.

Galicia es la quinta comunidad que más recauda del impuesto de la renta entre los no residentes, por encima de autonomías más pobladas como Valencia (80,3 millones de euros). Por encima están Madrid, con 750 millones, Cataluña, con 403 millones, País Vasco, con 118 millones, y Baleares con 99,6 millones de euros. En 2015, Galicia ocupaba la séptima posición. En un año, ha escalado dos posiciones.

La recaudación fiscal entre los no residentes en toda España alcanzó el pasado ejercicio los 1.960 millones de euros, 321 millones más que en 2015. Es un crecimiento del 19,6%, por encima del 7,5% registrado en Galicia. ¿Por qué? Porque Hacienda empezó poniendo el foco en las comunidades con más emigrantes y por ello en Galicia la mayor presión sobre los residentes del exterior se notó hace unos años.

La atención ahora está puesta en otras autonomías y así en Aragón la recaudación creció un 48,5% y en Asturias, un 43,6%, en 2016. Con todo hubo autonomías, donde bajó la recaudación fiscal en el exterior como Murcia o Extremadura.

Galicia es la octava comunidad donde más creció en 2016. En 2013 llegó a ser la segunda comunidad que más había elevado la recaudación fiscal a los no residentes con un 19,9%. Solo le superó Canarias con el 49%. En 2014 fue la cuarta que más recaudó a este colectivo: 86,5 millones.

La necesidad de reducir el déficit y cuadrar las cuentas condujo al departamento de Cristóbal Montoro en plena crisis a fijar su atención en los no residentes, es decir contribuyentes que aunque no vivan en Galicia obtienen rentas en territorio nacional, ya sea por dividendos por tener acciones de empresas; intereses por el dinero que tengan en cuentas bancarias o por vender o alquilar una propiedad.

El Estado incrementó a partir de 2007 las verificaciones sobre los beneficios y bienes que los emigrantes poseen en la comunidad. Desde ese año, Hacienda exige a las entidades bancarias que le comuniquen toda la información referente a las cuentas corrientes, imposiciones a plazo o créditos concedidos a este grupo de contribuyentes.

Más focos

Hacienda no ha reforzado la vigilancia solo sobre los residentes del exterior. Los que viven en la comunidad desembolsaron el pasado año 29,4 millones en pago de impuestos por la vía de apremio (un procedimiento de ejecución forzosa a través del cual la Administración cobra la deuda yendo directamente sobre el patrimonio del deudor); 17,5 millones de euros por intereses de demora, que es el recargo que te impone Hacienda si pagas fuerza de plazo; y 13,9 millones por sanciones derivadas de incumplimientos fiscales varios, por ejemplo declarar menos bienes para intentar pagar menos.

Son casi 61 millones de euros, 5 millones más que en 2015. Mientras la recaudación fiscal repuntaba un 3,2%, la recaudación vía forzosa se elevaba un 10%. Antes de que estallara la crisis, la Agencia Tributaria ingresaba la mitad menos por estas tres vías.

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