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Educación impone a casi la mitad de los directores de centro por falta de candidatos

La carga burocrática frena el número de voluntarios - Los sindicatos reclaman que se creen puestos para administrativos

El regreso del alumno "más listo" | Coincidiendo con el regreso de los alumnos de Secundaria a las aulas, el presidente de la Xunta también volvió al Instituto Blanco Amor de Ourense, donde estudió en los años 70 y se reencontró con sus antigüos profesores. Mientras Feijóo hablaba de la educación del futuro, el director del colegio en los 70 recordaba "emocionado" el paso del presidente por las aulas de uno de los dos centros que había entonces en Ourense. "Era el alumno más listo", alabaron sus profesoras.

Educación ha tenido que nombrar a la fuerza a 110 directores de centros escolares de los 254 a los que les tocaba renovar o dar continuidad al equipo directivo este curso. Un 43,3%. La escasez de voluntarios se debe a la "brutal carga burocrática" a la que se enfrentan los directores, según indican los principales sindicatos. Una carga de trabajo que "sobrepasa muchísimo" las 37 horas y media de trabajo semanal que realizan los funcionarios de Educación y que no está relacionada con la docencia, sino con la cantidad de labores administrativas y burocráticas que están en manos de los directores, especialmente al comienzo y final de curso. Por ello, los sindicatos reclaman que todos los centros cuenten con un trabajador administrativo.

Matrículas, los traslados o las bajas de alumnos, el pago del comedor, la gestión de las bibliotecas, programaciones y horarios, becas o cualquier reparación necesaria en el centro forman parte del trabajo del director, o en los centros más grandes, del equipo directivo. "Es una carga de trabajo tremenda que ni te puedes llevar a casa porque muchos datos son confidenciales", explica Paula Carneiro, de UGT. Muchas tareas administrativas que, pese a tener descargado el horario sin tantas horas lectivas como sus compañeros, sobrepasan a los directores, según explican los sindicatos. "La gente de los equipos directivos vive en los centros", asegura Julio Diez, de AMPE.

Todos coinciden en que no compensa asumir la responsabilidad pese a las compensaciones que conlleva el puesto. Los directores, dependiendo del tamaño del centro, reciben un complemento económico que va desde los 255 euros al mes para un colegio pequeño de infantil o primaria hasta los 641 en el caso de un gran centro de secundaria o FP. Pero no es el aliciente económico lo que motiva a los profesores a crear y promover un proyecto educativo que los lleve a ser designados directores. La parte más atractiva de los complementos, coinciden, es la puntuación que reciben por ser directores y que es válida para el concurso de traslados. "En cuatro años como director se pueden acumular el tope de puntuación, que a un profesor normal le puede llevar 20 años", ejemplifica Xesús Vermello, de la CIG, antes de considerar que esta compensación está "sobredimensionada".

La portavoz de Educación de CC OO en Galicia, Luz López, explica que cada vez hay menos personal en los centros. "Llevamos años pidiendo que haya personal administrativo en Infantil y Primaria, que prácticamente no hay", explica López, mientras que Vermello recuerda que se han producido recortes de puestos administrativos. Así, la solución más repetida para hacer más atractivo el puesto a los profesores es darles ayuda y facilitarles el trabajo burocrático que se come sus horas. Incluso en los centros más pequeños, con menos alumnos y, por tanto, menos trabajo, hay tareas que suponen "el mismo papeleo" que en los centros más grandes. "Gestionar las becas o los comedores... es un trabajo idéntico", indica Carneiro. Desde AMPE añaden otro motivo que puede alejar a los directores del puesto: estar en el medio entre la administración educativa y los padres. Julio Díez apunta que falta apoyo a los directores. "Te encuentras vendido por tus superiores. En cuando hay un problema se da la razón a los padres", explica.

En los centros educativos más pequeños, los que tienen menos de tres clases, no existe la figura del director, así que las tareas de este puesto se reparten entre los profesores sin que reciban ningún tipo de compensación. Lo explica Diego Pérez, de STEG. "Aunque no tengan mucho alumnado, hay que tramitar matrículas, traslados, pagar facturas, arreglar desperfectos... y no se liberan horas, ni hay complemento de salario, ni puntos" para los profesores que asumen este rol de manera oficiosa.

En números, esta situación significa que la Consellería de Educación ha obligado a ser director a un total de 110 profesores, más de la mitad de ellos en la provincia de Pontevedra, donde hay un total de 57 profesores nombrados por la Administración, 39 elegidos por comisión tras presentar su proyecto y 15 que renuevan este año su mandato. A Coruña es la segunda provincia con más directores nombrados a dedo, con 38 frente a 45 elegidos por una comisión. En el caso de Lugo son 10 los obligados mientras que hubo 12 voluntarios. Finalmente, en Ourense la comisión educativa seleccionó a 11 directores, 5 fueron obligados y 13 renovaron.

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