Tras los estragos causados en viñas de O Morrazo por la avispa velutina, los apicultores exigen a la Xunta que intensifique la lucha contra esta plaga. En su opinión, la Consellería de Medio Rural "va a paso de tortuga" mientras el crecimiento de esta especie está siendo "exponencial" y puede acabar por ocasionar daños, no solo sobre la abeja autóctona y la producción de miel, sino también sobre la cosecha de fruta y vino. Por esta razón, la Asociación Galega de Apicultura reclama al Gobierno gallego que se destinen más fondos a investigación para encontrar medios de lucha biológica que permitan atajar la velutina y demandan además que se generalice el uso de trampas para capturar estos insectos en primavera y otoño extendiéndolo a todas aquellas personas con fincas, propietarios forestales o parques y jardines.

Desde el departamento que dirige Ángeles Vázquez descartan adoptar medidas tras detectarse los primeros casos de viñedos dañados por velutina. Medio Rural asegura que no han recibido queja de ningún productor. "El daño es residual", aseguran.

La velutina, al igual que otros insectos, se siente atraída por el dulce y se alimenta de fruta madura, entre ellas la uva y sobre todo la de mesa. La diferencia, con la abeja autóctona, es que la asiática tiene predilección por el alcohol y es además muy numerosa. Si el nido de una abeja gallega puede tener entre 100 o 200 individuos, en el caso de las asiáticas "está entre los 10.000 y los 15.000". Además, la velutina tiene mandíbula. "No succiona, sino que roe", explica el presidente de la Asociación Galega de Apicultura, Suso Asorey. De manera que los destrozos son mayores.

Según explica Diego Sánchez, responsable del área de montes del Sindicato Labrego Galego (SLG), en zonas de la cornisa cantábrica como Euskadi o Francia "cada vez se ve más la problemática" del destrozo de la velutina en la fruta. "Y aquí también puede suponer un problema", alerta.En todo caso, en esta época del año poco se puede hacer para evitar estragos. "Vendimiar cuanto antes", asegura Asorey.

Tanto la Asociación Galega de Apicultura como el SLG, que forma parte de la plataforma Stop Velutina, coinciden al afirmar que la Xunta "va a remolque" y "a paso de tortuga". "Si los nidos están próximos a casas o son un riesgo los retiran rápido, pero, de lo contrario, pueden tardar hasta un mes en quitarlos", se queja Diego Sánchez.

Los expertos defienden que se debe extender la colocación de trampas en primavera, que es cuando la reina forma su nido. "Ahora solo lo hacemos los apicultores, pero esto debe generalizarse entre todas aquellas personas con fincas o que vivan en el campo", señala Asorey. Diego Sánchez cree que se deberían poner trampas también en parques públicos y jardines. "Debe haber una campaña informativa para que la gente colabore", explica el responsable del SLG. De hecho, se pueden hacer trampas caseras con una botella de plástico y usando de cebo una mezcla de zumo de frutos rojos, cerveza negra y vino blanco. "La velutina tiene predilección por la cerveza negra", aclara Sánchez. "Es algo que la diferencia de la abeja gallega, a la asiática le gusta el alcohol", remacha Asorey.

Los apicultores reclaman también más fondos para investigación. Creen que se deben buscar métodos de lucha biológica contra la velutina mediante un hongo o una bacteria. "Ahora funcionamos con el I+D casero", explica Asorey señalando algunos trucos que usan para evitar daños a las colmenas como instalar trampas eléctricas alimentadas por energía solar que dan descargas a las avispas.