Las farmacias no podrán traspasarse en Galicia hasta que transcurran 15 años desde su apertura, lo que supone multiplicar por cinco el plazo actual, salvo en casos de jubilaciones. Así consta en un anteproyecto de decreto con el que la Consellería de Sanidade modificará el sistema de apertura de boticas en la comunidad, que se regulará mediante único concurso al que presentarán todos los interesados. Se establecerá un listado de mayor a menos puntuación por sus méritos y experiencia e irán eligiendo, entre los puntos disponibles de apertura, el lugar en que establecerán su negocio.

Sanidade acomete de esta forma la segunda modificación de normas relativas al sector de las farmacias en apenas tres meses, tras elaborar en mayo la planificación de 41 nuevas aperturas ocho años después del último concurso.

El objetivo alegado ahora por el departamento de Jesús Vázquez Almuíña para modificar el sistema de apertura, cierre y transmisión de boticas, regulado por un decreto de 2001, se centra en "garantizar un proceso más transparente y agilizar los trámites de adjudicación".

La fase de adjudicación tras el citado concurso único tendrá una duración máxima de seis meses, de acuerdo con el anteproyecto de decreto que previsiblemente se aprobará antes de final de año. Además, se establece una garantía para el beneficiario de una licencia de 3.000 euros que deberá presentar diez días después de la adjudicación provisional.

Una vez el concurso sea firme, dispondrán de dos meses para designar el local en que abrirán su farmacia. En caso de que por "causas ajenas", este no cumpla los requisitos de Sanidade, gozarán de un mes adicional.

En el caso del veto al traspaso de una botica hasta que llegue abierta al menos 15 años, se establecen excepciones para los casos de jubilación, declaración judicial de ausencia o incapacitación legal, en los que el titular de la licencia deberá nombrar un regente. En caso de fallecimiento, el negocio se someterá a concurso.

Nuevos negocios

El pasado mes de mayo, Sanidade también elaboró, mediante un decreto, un nuevo plan de apertura de farmacias. Preveía 41 nuevos negocios ocho años después de que finalizase el último concurso para conceder otras 87 licencias que había comenzado en 1997. Su retraso se debió a sus impugnaciones judiciales.

El borrador de la norma establece la apertura de 24 boticas en parroquias carentes de ese servicio y otras 17 en concellos en que el crecimiento de la población había desajustado la ratio de farmacia por habitante fijada por la legislación.