La que parecía ser la crónica de una moción de censura abocada al fracaso, dejó abierto el final para la edición de un segundo volumen. El escenario, el Concello de Coristanco, y los protagonistas, PSdeG, PP y Terra Galega. Un día después de que el concejal socialista expulsado se convirtiese en alcalde con el voto de los seis ediles populares, la dirección provincial del PSdeG se ha puesto a trabajar con sus servicios jurídicos para ver qué opciones de recursos tienen para tumbar la decisión del pleno que el viernes dejó la Alcaldía en manos de Abraham Gerpe, expulsado del grupo socialista, tras derrocar al regidor de TeGA, Amancio Lavandeira. Los ediles del PP de Coristanco, a los que su partido anunció la apertura de un expediente, pasarán a integrar el grupo de no adscritos junto al nuevo regidor.

La moción salió adelante porque, además de contar con los apoyos necesarios, la mesa de edad que presidió el pleno extraordinario no aceptó el escrito de la agrupación provincial de los socialistas por el que declaraban tránsfuga a Gerpe, que presentó alegaciones al documento. En un comunicado emitido ayer, la dirección de los socialistas coruñeses manifestó sus "dudas" sobre la decisión de la Secretaría del Concello de Coristanco de delegar en la mesa de edad la validez sobre el documento de expulsión del grupo socialista de Gerpe. Además, sostiene que la comunicación de la expulsión de Gerpe fue "presentada en tiempo y forma" y "con todas las garantías legales".

La ejecutiva del PSdeG en la provincia de A Coruña, con Julio Sacristán al frente, carga contra "la hipocresía de la dirección provincial del PP", formación a la que pertenecen los concejales con cuyos votos, más el de Gerpe, salió adelante la censura. Según el PSdeG, el PP no hizo nada para evitar la moción de censura, informa Efe.

Tras el pleno, el PP anunció la apertura de un expediente a sus ediles. Pero los socialistas advierten de que la acción que debería llevar a cabo el partido presidido por Diego Calvo en la provincia de A Coruña era "haber expulsado del partido" a los ediles antes de la sesión en que iba a votarse la moción, "como hizo el Partido Socialista, evitando así que una situación como la acontecida pudiera producirse".

Desde el PSdeG, su portavoz parlamentario y uno de los aspirantes a secretario xeral, Xoaquín Fernández Leiceaga, calificó ayer de "preocupante" que desde hace diez días no se lograse impedir tramitar la moción de censura. Esta moción, advirtió, "no se debería haber firmado conjuntamente con el PP "ni respaldado inicialmente aludiendo a circunstancias excepcionales, justificando lo injustificable" y se compromete a evitar, si sale elegido, censuras así.

Por su parte, En Marea presentará mañana en el Parlamento una proposición no de ley para pedir al Gobierno que anule la moción. Para el espacio de confluencia, es "manifiesta la ilegalidad de la celebración del pleno y, por lo tanto, de su resultado al haber prosperado una moción de censura cuando queda acreditado el incumplimiento del artículo 197 de la Ley orgánica 2/2011, de Régimen Electoral General". En Marea recuerda que Gerpe fue expulsado del grupo socialista, y la ley exige que "no puede computarse como proponente de la moción quien, por cualquier causa, ya no forme parte del grupo municipal", informa Europa Press.