Si la regla de las tres "r", reciclar, reutilizar y reducir, se lo pone un poco más fácil al medio ambiente, también ayuda a aliviar el bolsillo de los progenitores que tienen que hacer cuentas en septiembre, con la vuelta al cole. Aunque en realidad muchos de ellos ya se han aprendido algún truco y se plantean la inversión desde el principio del verano para regular el desembolso, con la compra de libros a través de internet, por ejemplo, de forma paralela se ha impuesto el recurso a la segunda mano, que se extiende desde los libros ahora también al terreno de los uniformes a través de webs específicas.

A viejos trucos como comparar antes de comprar, un aspecto en el que insiste la Unión de Consumidores de Galicia, y otros nuevos que se han puesto de moda en los últimos años y a los que se ha apuntado la propia Xunta con los bancos de libros, como el "mejor prestar que comprar", que aconsejan desde la OCU, ayudan a sobrellevar un trance que puede traducirse, según el comparador de precios Idealo, en un gasto de 407 euros por hijo, siempre y cuando acuda a la pública.

En el caso de los que asisten a colegios concertados y privados que requieran la utilización de uniforme, el coste puede subir, aunque en estos casos los padres suelen preferir esperar por si los niños pueden dar un estirón mientras lo compensan con la filosofía de que no tienen por qué estrenar todas las piezas: eso solo se reserva para el primer año. Esa idea la comparte la Unión de Consumidores de Galicia, que recomienda "comprar estrictamente lo necesario". "Podemos adquirir más prendas o calzado durante el curso", lo que ayudará, inciden, a "minorar la compra inicial".

Según el comparador de precios Idealo, solo el gasto en libros puede rondar los 237 euros, una cifra muy similar a la que cita una viguesa madre de dos niñas, que eleva el coste de los manuales a 230 euros en el caso de la pequeña que cursa cuarto de primaria, a lo que se suman otros 60 en material escolar (libretas, lápices, pinturas...) Un poco más económico, sobre los 165 euros, más otros 30 de cartulinas y pinturas, es lo que desembolsa en su otra niña, que cursa 3º de educación infantil.

En la OCU elevan los gastos a los 1.212 euros por hijo de media, pero en la cuenta incluyen lo que supone mantenerlo todo el año. En el caso de los libros, su horquilla va de los 130 a los 300 euros, según el nivel. No obstante, son muchos los progenitores gallegos que no tienen que agobiarse por lo que le costarán los libros, o no por todos. No solo por el auge de plataformas de préstamo entre particulares, que con internet o los grupos de whatsapp va más allá del círculo de amistades que solía operar ya, sino también porque la Xunta dispone de varias líneas de ayudas que se reparten en función de los recursos: los que más las necesitan primero.

De esas medidas recogidas bajo el paraguas de la "gratuidad solidaria", la mayoritaria es el sistema que recicla los manuales de un curso para otro. En el que acaba de finalizar la Consellería de Educación repartió a través del fondo solidario (que funciona con los manuales sufragados con fondos públicos el curso anterior, donaciones voluntarias y compras donde estos no llegan) más de 465.000 libros de los que se beneficiaron 85.575 escolares, lo que complementó con más de 52.000 ayudas para la compra y casi 99.000 cheques de 50 euros para material escolar.

La Xunta apuesta por el fondo solidario

Para el curso que comienza el sistema de préstamo se generaliza y la Xunta solo financiará los libros de 1º y 2º de primaria y educación especial, de uso único. A través del fondo, que surgió después de que las anpas creasen los suyos por la crisis, espera cubrir las necesidades de 129.000 escolares. Y quienes no dispongan de estas ayudas pueden optar por las librerías tradicionales (la Federación de Librerías de Galicia dispone de una app específica por segundo año), las grandes superficies o internet. Según un gigante de las ventas por la red, la compra de libros de texto por esa vía ya es mayoritaria: lo hace el 57% de los padres.

Informarse bien de las ayudas habilitadas por la Administración es una de las recomendaciones que traslada la Unión de Consumidores de Galicia, que complementa con otros consejos en aras de una compra "eficiente y responsable", como recurrir a marcas blancas, reutilizar el material si es posible y el clásico comparar para buscar la opción más económica.