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Hacienda expedienta a 400 locales por venta irregular de tabaco en Galicia

Las infracciones detectadas en establecimientos en 2016, sobre todo en bares, roza los 400, el segundo mayor número entre las comunidades -Las ventas bajaron un 0,5%

Hacienda expedienta a 400 locales por venta irregular de tabaco en Galicia

Vender tabaco en un establecimiento distinto a un estanco no es tan fácil como colocar una máquina expendedora y ya. Bares, restaurantes, salas de fiesta, locales de ocio en general, hoteles y quioscos están obligados a pedir una autorización, renovarla cada tres años y acreditar en cualquier momento la procedencia lícita del producto, entre otros requisitos. De lo contrario, se enfrentan a multas que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros. Como los casi 400 negocios que fueron expedientados por el Ministerio de Hacienda durante el pasado año en Galicia, según los datos publicados por el Comisionado para el Mercado de Tabacos. Los procedimientos abiertos se disparan en solo un año un 40% y dejan a la comunidad como la segunda en número de infracciones detectadas, solo por detrás de Andalucía.

Del total de 372 expedientes, el 36,8% (137) se incoó por falta de vendís, las facturas que reciben los establecimientos con la compra de tabaco. La ley obliga a guardar los vendís de todo un año, bajo la advertencia de una sanción de 601 euros. La misma cantidad que la normativa contempla para aquellos que no cuenten con la llave de la máquina expendedora. Los expedientes en este caso suman 54, el 14,5%.

En otro tercio, 129, los inspectores comprobaron que el establecimiento carecía del permiso de venta. Una irregularidad grave, que implica el desembolso de hasta 3.000 euros. Los restantes 52 expedientes están relacionados con otro tipo de infracciones, como la venta a precios distintos de los marcados (incluido el recargo que cobran), la adquisición del tabaco en una expendeduría que no es la que le corresponde, la falta de tabla de precios oficiales, acumular cajetillas en lugares que no sean la propia máquina o porque el establecimiento no cuenta con el dispositivo de activación para evitar la comercialización a menores.

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La provincia de Pontevedra acumula 183 expedientes. Le sigue, como recoge el balance del Comisionado, A Coruña, con 144. En Lugo se abrieron 25; y 20 más en Ourense. De los iniciados en 2015, cuando alcanzaron los 265, están concluidos ya 60, con 24 por venta sin autorización.

Algo que parece impensable en los estancos, cuya apertura está estipulada por ley a través de concesiones. Por eso el volumen de infracciones es menor. Pero también las hay. Fueron 8 el pasado año por no emitir vendís a los establecimientos que adquieren el tabaco para comercializarlo en máquinas, por exceder el ámbito de concesión y un episodio de suministro irregular de la mercancía, que fue la causa de los seis expedientes a expendedurías gallegas el ejercicio precedente.

El negocio del tabaco movió en Galicia el pasado año más de 664 millones de euros, un 0,5% menos que en 2015. Las caídas se repiten en prácticamente todas las regiones, salvo en tres: Andalucía, con un alza del 1,4%, Baleares (2,6%) y Comunidad Valenciana (0,2%). Incrementos que las autoridades relacionan con el turismo.

Por productos, en Galicia solo creció la venta de tabaco para pipa (13,65), mientras que el de liar bajó un 1,8%; un 4,7% los cigarros; y un 0,3% los cigarrillos. En la comunidad se vendieron 131,8 millones de cajetillas.

Santiago Baleirón | Pte. Expendedurías Pontevedra

"El problema que tenemos ahora es la venta ilegal de tabaco de liar"

Si salen a la luz los casos de establecimientos con recargo con algún tipo de irregularidad en las ventas es, según los estanqueros, porque ellos mismos se encargan de estar "muy atentos" a lo que se está haciendo a su alrededor y alertan de las situaciones sospechosas. Por eso hay tanta diferencia en los datos por provincias. "Depende mucho de si la asociación es activa o no", asegura Santiago Baleirón, presidente del gremio en Pontevedra. "Andamos -añade- muy encima de ellos".

A los estanqueros les cuesta entender cómo un local prefiere ahorrarse los 224 euros que cuesta la renovación de la autorización cada tres años a encontrarse con una inspección. "Hay mucha gente que se arriesga, hasta que los pillan, y entonces la multa puede ser mucho mayor", recuerda. Así es: puede alcanzar los 3.000 euros.

Baleirón asegura que la venta de tabaco de contrabando en Pontevedra está "prácticamente reducida a cero". "El problema que tenemos ahora es la distribución ilegal a través de internet del tabaco de liar -advierte-. Se está vendiendo mucho, a pesar de que la gente acabe sin saber lo que realmente está fumando". Y pone un ejemplo contundente: en la última aprehensión de picadura por parte de la Guardia Civil, "no era tabaco, era abono de conejo".

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