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Las causas de la baja natalidad en Galicia

Casi 75.000 gallegas dudan si tener hijos por su situación laboral

Señalan como principales razones la incompatibilidad de horarios y los bajos salarios -El trabajo frena las ganas de ser padres a uno de cada tres asalariados de 16 a 39 años

Pese a que la crisis demográfica se ha convertido en una prioridad de gobierno y aunque se ha dado un impulso a las políticas de apoyo a la familia durante los últimos años, Galicia sigue vaciándose de niños. La natalidad cae en picado: en 2016 nacieron casi 3.000 bebés menos que hace una década. Influyen muchos factores, pero la situación laboral es determinante. Así lo certifica una encuesta del Instituto Galego de Estatística. Casi 75.000 gallegas dudan si tener hijos por culpa de su empleo. La mayoría ve incompatible sus horarios con el cuidado de los niños, pero también les pesa cobrar salarios bajos y, en menor medida, la inestabilidad laboral.

Los hombres también se lo piensan mucho. Casi 70.000 admiten que su situación laboral les frena a la hora de decidir ser padres. Así, en conjunto, los trabajadores gallegos que vacilan sobre si tener hijos ascienden al 15 por ciento del total de ocupados de la comunidad autónoma (el 16% en el caso de las mujeres). Pero la situación es más grave si se analiza por edades, puesto que uno de cada tres gallegos de entre 16 a 39 años con trabajo admite que su empleo condiciona su decisión de ser padre o madre.

Y la clave está en la dificultad de compatibilizar los horarios de trabajo con el ciudado de los niños. Casi 100.000 gallegos aseguran que trabajan más de nueve horas al día y 430.000 tienen que trabajar incluso sábados y domingos. Con este panorama el principal problema que se les plantea a quienes quieren ser padres es cómo hacerse cargo de sus hijos cuando su jornada laboral les absorbe la mayor parte del día. En esta situación los abuelos juegan un papel fundamental pero si no viven cerca o no se cuenta con ese apoyo, atender a los hijos se convierte en un quebradero de cabeza.Según la encuesta del IGE, el 71 por ciento de los trabajadores gallegos admite que la incompatibilidad de sus horarios con el cuidado de los niños le condiciona a la hora de ser padre.

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Aunque las guarderías pueden ser la solución, también son un gasto que muchas familias no se pueden permitir, sobre todo cuando los salarios son bajos. Una mujer que gane 600 euros de sueldo se planteará seguramente dejar el trabajo para cuidar a su hijo porque no le compense el gasto de pagar una escuela infantil.

El 66 por ciento de las mujeres apuntan precisamente a su escaso sueldo como uno de los condicionantes que las frena para ser madres.

Pero hai otro factor que influye, aunque en menor medida que los dos anteriores: la inestabilidad laboral. Una investigadora, por ejemplo, que encadena un contrato precario tras otro o una camarera empleada solo para los meses del verano, se lo pensará dos veces a la hora de hacer planes para quedarse embarazada. La incertidumbre laboral pesa sobre el 35 por ciento de las mujeres consultadas por el IGE.

En otras ocasiones, la maternidad choca con las ganas de los trabajadores de mejorar su trayectoria profesional. Buscar un ascenso supondrá seguramente dedicar más horas al trabajo y eso frena el deseo de ser madre. El 26 por ciento se encuentra en esta situación.

Menos de un nacimiento al mes en la mitad de los concellos de Galicia

  • En una pequeña aldea llamada A Fraga, en el concello de O Carballiño, se ha producido un acontecimiento tan extraordinario que ayer se celebró con una buena comilona para festejarlo a la que acudieron comensales de las pueblos vecinos, muchos de ellos antigüos residentes del lugar. La razón: la llegada de Jaia, el primer niño que nace en esta aldea ourensana en más de 50 años. Este pequeño núcleo de población, que llevaba deshabitado cerca de 15 años, resurge ahora de su abandono gracias a que parejas jóvenes se están instalando en el lugar.Al igual que ocurre en A Fraga, el nacimiento de un niño se convierte en un acontecimiento inusual en aproximadamente la mitad de los concellos gallegos. En un total de 140 ayuntamientos de Galicia se registra menos de un nacimiento al mes, todos en el interior de la provincia de Ourense y Lugo. Y en más de doscientos no llegan ni siquiera a los dos partos mensuales.La situación es tan grave que algunos municipios cerraron el año sin dar la bienvenida a ningún nuevo nacido. En nueve ayuntamientos de Galicia no hubo un solo alumbramiento en todo el año 2016. Tres de ellos son de Lugo: Ribeira de Piquín, Ribas de Sil y Muras. Y los otros seis son los ourensanos de Negueira de Muñiz, San Amaro, A Teixeira, Pontedeva, A Gudiña y Vilariño de Conso.En la provincia de Pontevedra los concellos con menos nacimientos el pasado año fueron Mondariz-Balneario y Crecente, que solo registraron tres. En A Coruña la natalidad más baja durante el pasado año la registró el municipio de As Somozas.Frente a la despoblación del rural, el 40 por ciento de los niños que nacen en Galicia se concentran en las ciudades. Vigo está a la cabeza, con 2.137 partos el pasado año, seguido de A Coruña con 1.811. Y el tercer lugar es para Santiago, que registró 898 alumbramientos, según los datos del Instituto Galego de Estatística.Lugo ocupa el cuarto puesto (815 nacimientos), seguido de Ourense (752). A la cola están Pontevedra, con solo 636 niños nacidos el pasado año, y Ferrol que solo inscribió a 393 bebés.Además de las urbes, entre el resto de concellos están a la cabeza en nacimientos Narón, con 359, Ames, con 343, y Arteixo, con 296. Dentro de la provincia de Pontevedra, el que destaca es Vilagarcía de Arousa, con 263 alumbramientos en 2016.

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