La mejora de la situación económica y las restricciones financieras impuestas por el Ministerio de Hacienda a las administraciones morosas han permitido a autónomos y pequeñas empresas cobrar antes las facturas de obras y servicios prestados a estas. Las ciudades gallegas, salvo Ferrol que no figura en la tabla de grandes urbes del balance del Gobierno central, cerraron el pasado mes de mayo con una bolsa de recibos pendientes de pago de 51,5 millones de euros, lo que supone un 6,3% menos que los más de 55 millones que debían un año atrás a sus proveedores.

Durante este último año, solo Vigo y Pontevedra superaron el importe de facturas en el cajón. En el caso del concello olívico, las deudas con autónomos y pequeñas empresas aumentaron desde mayo del año pasado un 46%, al pasar de los 3,2 millones a casi 4,7 millones. En Pontevedra, los impagos a proveedores aumentaron un 44%, con más de 4,4 millones de euros pendientes, 1,37 millones más que hace un año.

Pero el mayor importe de recibos sin abonar corresponde al ayuntamiento de A Coruña, con más de 20,7 millones (el 40% del total en las ciudades gallegas). Ahora bien, el esfuerzo del gobierno local coruñés por poner al día las facturas con sus proveedores ha permitido reducir su bolsa de impagos en casi un 8%. Este es el segundo mejor balance de las urbes gallegas durante el último año, encabezado por Lugo, que rebajó el importe de las facturas en el cajón casi un 40%, al pasar de los 10,29 a 6,25 millones.

Santiago y Ourense también hicieron los deberes para reducir los impagos con sus proveedores, un 1,95% y un 5,28% menos que en mayo del año pasado.

De las seis ciudades gallegas analizadas por Hacienda en cuanto al cumplimiento de la Ley de Morosidad, que fija en 30 días el plazo de pago a los proveedores por parte de las administraciones, solo el concello de Lugo sobrepasa el límite legal, con una demora media por parte de autónomos y pymes de 78,79 días, más de dos meses y medio.

En el extremo opuesto de la tabla está el ayuntamiento de Vigo, que zanja las deudas incluso antes de que empiece a contar el plazo legal (9 días antes) y, además, se sitúa como el que menor deuda bancaria registró el año pasado, con 2,3 millones. Le siguen en el ranking Pontevedra (13,22 días), Santiago (18,40), Ourense (22,83) y finalmente A Coruña (28,02 días).

En cuanto a las diputaciones, los recibos que tenían en el cajón el pasado mes de mayo alcanzaron los 12,6 millones de euros, casi un 25% más que hace un año. La que más aumentó los impagos a sus proveedores fue la corporación provincial de A Coruña (68,5%), mientras que la de Pontevedra es la única que redujo sus deudas (-66,36%).

La Xunta

En cuanto a las administraciones autonómicas, la Xunta se mantiene entre los Ejecutivos que antes dan salida a sus facturas. En concreto, en el cuarto puesto. Su plazo medio de pago está en 0,88 días, frente a los 23,71 de la media autonómica. La Consellería de Facenda destacó ayer que estos datos muestran que Galicia "continúa cumpliendo" con el plan con que pretende situar el periodo medio de pago en 10 días.