¿Son más peligrosos al volante los conductores de avanzada edad? Las estadísticas revelan que uno de cada tres fallecidos en las carreteras gallegas supera los 65 años. De los más de 500 muertos en las vías interurbanas de Galicia en los últimos cinco años, 167 eran jubilados (31,9% del total).

Aunque son un colectivo prudente al volante, la pérdida de reflejos les hace reaccionar con más lentitud ante un imprevisto. Un estudio de la Fundación Línea Directa revela que los mayores de 65 años registran cuatro veces menos accidentalidad que los jóvenes menores de 25 y menos de la mitad que los conductores de 35 a 44. ¿Los motivos? Respetan más los límites de velocidad, no son agresivos en la conducción y suelen aceptar mejor sus propias limitaciones. Sin embargo, la tasa de mortalidad y lesividad entre los conductores más veteranos es superior a la media. El riesgo de fallecimiento en un accidente de tráfico entre los mayores de 65 años se multiplica por 2,5 y tienen un 9% más de probabilidades de resultar heridos graves tras una colisión. Durante el último lustro, los menores de 35 años fallecidos en las carreteras gallegas fueron 127 (el 24% del total).

"La experiencia en la conducción y los kilómetros recorridos no siempre es sinónimo de seguridad", advierte el jefe del Subsector de Tráfico de Pontevedra, el teniente Juan José López Castro. "La edad no perdona a nadie y con el paso del tiempo -añade- se van perdiendo facultades para conducir, tanto físicas como psíquicas". Por ello, considera importante que este colectivo evite la conducción nocturna y en condiciones climatológicas adversas. Y además, hace un llamamiento a los propios conductores de dad avanzada así como a su entorno: "Es importante insistir en la cultura sanitaria del propio conductor que perciba que ya no puede conducir con seguridad o, en su defecto, sus familiares deben trasladarnos esa información necesaria para evitar que esa persona mayor, que pueda considerarse muy peligrosa al volante, pueda tener un accidente".

Los accidentes de este colectivo suelen producirse con turismos, en vías convencionales y con coches de más de diez años, según López Castro; entre sus infracciones más frecuentes, las distracciones, no respetar las señales de "stop", "ceda el paso" y las de prioridad.