Los gallegos prefieren heredar en vida. Una sentencia del Tribunal Supremo, dictada el febrero del año pasado, y la reforma fiscal de la Xunta en el impuesto de sucesiones están detrás del aumento de los pactos sucesorios en Galicia. El número de transmisiones intervivos realizadas durante el primer trimestre de este año en la comunidad rondaron las 4.000, lo que supone una medida de 43 cada día. Este balance en el arranque de 2017 supone un 40% más que los legados otorgados en vida entre enero y marzo del año pasado (primer ejercicio en vigor de las modificaciones legales en materia de impuesto de sucesiones y donaciones en la comunidad) y un 133% más que antes de la reforma, según datos del Colegio de Notarios de Galicia.
Hasta enero de 2016, un contribuyente gallego tenía que desembolsar hasta 20 veces más que en otras comunidades autónomas. Un ejemplo basta para ver el alcance que tenía el impuesto de sucesiones en Galicia antes de la reforma fiscal de la Xunta: un heredero que recibía dos pisos y 30.000 euros en el bando tenía que hacer frente a una factura fiscal de unos 27.000 euros, frente a los apenas 1.200 euros que tendría que pagar por ese mismo patrimonio un contribuyente en Madrid.
Pero la exención aprobada por el Ejecutivo gallego en materia de sucesiones, permite al 99% de los herederos en línea ascendente o descendente no tener que pagar nada al fisco por la herencia recibida. Solo cuando el legado supera los 400.000 euros, excluyendo vivienda habitual, se debe rendir cuentas con el fisco y solo por la cantidad que supera ese límite.
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Antes de la reforma fiscal, el techo en Galicia estaba en los 125.000 euros, con la particularidad de que si se sobrepasaba esa cuantía tan solo estaban exentos los primeros 18.000 euros.
Evolución
A la modificación legislativa del Ejecutivo autonómico se suma la sentencia del Supremo que considera exentas las ganancias patrimoniales de las herencias intervivos. La combinación de ambos cambios ha disparado los contratos sucesorios en la comunidad.
Solo entre enero y marzo de este año, se han suscrito en Galicia un total de 3.916 herencias en vida, un 133% más que las transmitidas el año antes de la entrada en vigor de ambas modificaciones legales (1.677). Y en 2014 apenas se había llegado a las 1.600 en el primer trimestre. Ya el año pasado, primer ejercicio en el que la Xunta aplicó las exenciones y los pactos sucesorios no tenían que tributar como ganancia patrimonial en el IRPF, se produjo un aumento de los contribuyentes que recibieron un legado de un allegado que aún vive: 2.820 en el primer trimestre y casi 15.000 al cierre del año.
"La figura de los pactos sucesorios se utiliza por los ciudadanos de forma ya habitual para ordenar su sucesión de una manera anticipada y fiscalmente ventajosa", destaca Jaime Romero, delegado del Distrito Notarial de Vigo. "En Galicia siempre se ha buscado por los padres evitar problemas futuros en el reparto de su herencia entre hijos y ahora, además, existe el temor de que las bonificaciones fiscales del impuesto de sucesiones puedan llegar a verse reducidas en el futuro", advierte.
La provincia de A Coruña concentra el 41% de las herencias en vida tramitadas en el primer trimestre de este año: un total de 1.603. Le sigue en el ranking autonómico, Pontevedra con 1.407 pactos sucesorios (36%). Y con unas cifras mucho más bajas, cierran la lista Lugo, con 515 transmisiones en viga (13% del total en la comunidad) y Ourense, con 391 (10%).
En mayor incremento respecto a los primeros tres meses del año pasado lo protagonizó la provincia de Lugo (un 77% más), seguida de Pontevedra (casi un 48%), Ourense (26%) y, finalmente, A Coruña (26%).
En relación a los legados transmitidos en vida del allegado antes de la entrada en vigor de la reforma fiscal autonómica y del fallo del Supremo, Lugo y Pontevedra registraron el mayor repunte, un 175% y un 160% más, respectivamente, que el primer trimestre de 2015. En el caso de A Coruña, el aumento fue de más del doble (108%) y en Ourense, de un 80%.
¿A cuánto puede ascender el ahorro con un herencia en vida? Al que permite la reforma fiscal de la Xunta para el 99% de los contribuyentes, se suma el desembolso que hasta febrero del año pasado tenían que hacer quienes recibían un legado en vida. El pago medio por IRPF que se afrontaba en la comunidad por un pacto sucesorio se situaba hasta entonces entre los 3.000 y los 9.000 euros.
