El gasto sanitario de la Xunta se dispara, de nuevo, respecto a las previsiones, muestra de un "desajuste estructural" derivado de las "dificultades para establecer medidas estables de financiación que permitan alcanzar un equilibrio financiero", pero también de presupuestar gastos a la baja con conocimiento de causa. El Consello de Contas afea la contabilidad del Servizo Galego de Saúde en 2015, en el que las modificaciones de sus cuentas superaron los 522 millones de euros, en parte por el coste de medicamentos contra la hepatitis C. Pero el organismo censura una práctica recurrente: que se inyecten fondos adicionales para cubrir necesidades "con consignaciones insuficientes, pero que eran conocidas en el momento de la aprobación del presupuesto, destacando especialmente el gasto farmacéutico". En total, el desembolso de Sanidade llegó a 3.769 millones.

El conselleiro maior de Contas, José Antonio Redondo, entregó ayer al presidente del Parlamento, Miguel Santalices, el trabajo fiscalizador del año pasado, en que analizó las cuentas de la Xunta, en general, y del Sergas, en concreto.

Un aspecto une ambos análisis: el gasto real no se ajusta a lo planeado en los presupuestos anuales. A nivel general, la Xunta modificó el destino de uno de cada diez euros que manejó en 2015 hasta superar ligeramente los 955 millones, casi un 40% más que durante 2014.

Contas critica parte del modus operandi aplicado de forma reiterada por el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo. "La administración sigue recurriendo a las ampliaciones de crédito (340,2 millones) para los mismos conceptos que en años anteriores sin que cumplan la condición de imprevisibilidad exigida para las mismas", censura. No se queda ahí, pues arremete contra el "uso excesivo" del fondo de imprevistos para asumir gastos corrientes, saltándose los "límites" legales para transferencias directas, y aplicar sobrantes de crédito a "partidas deficitarias como el gasto farmacéutico".

Ese fondo, añade, "lejos de servir para la atención de gastos imprevistos y no discrecionales constituyó una herramienta para la cobertura de gastos (principalmente gasto corriente) que son objeto de una deficiente presupuestación, por escasamente realista, y que son reiteradamente presupuestos a la baja para dotarlos del crédito necesario a lo largo del ejercicio, a veces incluso en base a estimaciones y no a necesidades surgidas". De hecho, el Sergas copa más de la mitad del volumen de modificaciones presupuestarias realizadas en 2015 con 522,7 millones -un incremento del 15,6% respecto al gasto inicial previsto- de los 955 alcanzados.

El uso del fondo de contingencia por parte del Ejecutivo para imprevistos es censurada por Contas por constituir un "elemento distorsionador del presupuesto al aplicarse a la cobertura de gastos que tienen carácter previsible", como el del personal sanitario.

El órgano fiscalizador, sin embargo, también destaca elementos positivos en la gestión económica del Ejecutivo de Feijóo, que en el año analizado cumplió los objetivos de déficit y deuda, al igual que en 2016.

La Consellería de Facenda celebró la referencia de Contas a la reducción del aplazamiento de gasto, es decir, de la aplicación de facturas de un año al siguiente ejercicio para que no computen y así cuadrar mejor el balance. Esa disminución es "significativa" para el organismo fiscalizador con un descenso del 14,7%.

En el caso de los intereses de deuda, el ahorro se cifra en 56 millones de euros y el ahorro bruto llegó a los 450 con "una notable recuperación". "Galicia tiene un posición de liquidez a corto plazo", recogió el departamento de Valeriano Martínez sobre el informe.