El dispositivo de lucha contra el fuego tenía bajo control, al cierre de esta edición, los principales incendios que afectaban a la provincia de Ourense. El primero se inició en el municipio de Ribas de Sil, donde ardieron 126 hectáreas desde el martes, y el segundo e, O Barco de Valdeorras, donde la superficie calcinaba asciende a 64, según el balance ofrecido ayer por la Consellería de Medio Rural.

Entre ambos incendios suman 190 hectáreas y en ellos trabajaron en total 19 agentes forestales, 63 brigadas, un técnico, 34 motobombas, cuatro palas y 25 helicópteros.

Además, la Xunta dio por extinguido el foco detectado en el concello ourensano de Pobra de Trives, que afectó a 21,5 hectáreas de la parroquia de Sobrado.

Al cierre de esta edición también se habían detectado fuegos en Baños de Molgas y Vilar de Cervos, con una afectación de 10 y 2 hectáreas, respectivamente, según los cálculos de personal del dispositivo antiincendios.

Las condiciones laborales de esa plantilla fueron motivo ayer de una denuncia por parte de la CIG. El sindicato nacionalista criticó la "falta de medios humanos" en las cuadrillas forestales y la "improvisación total" por parte de Medio Rural a la hora de contratar a los integrantes de las mismas. Denuncian casos de "bomberos forestales que son incorporados, junto con los conductores de motobombas, por la falta de un responsable en la cuadrilla forestal". Señalan que sucede en Ourense y Pontevedra, concretamente en los distritos Miño-Arnoia y Vigo-Baixo Miño.

Por otro lado, la Policía Autonómica tomó declaración como investigado a un vecino de Pereiro de Aguiar por causar un incendio a causa de una chispa durante un desbroce que quemó 0,12 hectáreas.