A pesar de los intentos del portavoz de En Marea, Luís Villares, por apaciguar los ánimos de cara al plenario que se celebra hoy en Santiago, la formación rupturista llega hoy al encuentro dividida y con una crisis abierta en su liderazgo. Después de que Xosé Manuel Beiras se posicionase esta semana del lado de los críticos, el exmagistrado trató ayer de tender puentes con sus rivales, entre los que se encuentran Marea Atlántica, la dirección de Anova y algunas mareas municipales. Villares se ofreció a apoyar el documento político presentado por este sector, y que fue respaldado por Beiras, pero no así las tesis en las que los críticos piden eliminar el liderazgo único y que comparta portavocía. Esta enmienda será sometida a votación en la asamblea. El intento fracasó, puesto que sus adversarios no solo mantienen su "valoración crítica" sobre la situación de En Marea sino que ayer responsabilizaron a Villares de que Podemos se haya desmarcado y no acuda al plenario. "Lamentablemente demuestra la incapacidad de la actual dirección de tejer complicidades y garantizar la unidad en la diversidad de nuestro espacio de confluencia política", señalaron.

Los tres alcaldes de En Marea también dieron ayer la espalda al actual portavoz. El regidor de A Coruña, Xulio Ferreiro, recalca su compromiso claro con la confluencia pero se muestra crítico con Villares por haber dejado fuera de la coordinadora a sectores importantes. "Seguramente este comportamiento es lo que motiva ahora a formaciones como Podemos o EU", señaló, en alusión a la ausencia de estas dos organizaciones en el plenario de hoy. En abril Villares y sus fieles se aliaron con sectores minoritarios para que el primero conquistase el puesto de portavoz, que le vetaban sus hasta entonces socios en una candidatura conjunta a la dirección del partido. Y se constituyó una coordinadora sin la presencia de las principales fuerzas de la confluencia: Anova y Marea Atlántica.

"En estos momentos en la dirección no está representada toda la pluralidad del espacio", aseguró el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez. El regidor compostelano, Martiño Noriega, es más prudente pero también trasladó la necesidad de que la dirección actúe "de manera más comprensiva".

Villares, que hasta ahora había contado con el respaldo de Beiras a su liderazgo, está incluso más aislado después de que el histórico dirigente apoyara el documento político presentado por los críticos al plenario en el que se insta a recuperar el espíritu con el que nació En Marea en la Asamblea de Vigo y evitar que se acomode y se convierta en un partido clásico.

El portavoz de la formación rupturista, en aras de la "unidad", mostró su voluntad de integrar este documento político, pero los críticos lo rechazaron. También se refirió ayer al portazo de Podemos, que no participará en la asamblea. "La unidad popular tiene un nombre y no habrá pasos atrás en la consolidación de este espacio", señaló.